El fiscal solicita una pena de 20 años de internamiento en un centro psiquiátrico para Francisco S. P. al considerar que cuando perpetró, supuestamente, el asesinato de José Juan Santana Delgado, policía local y vecino de Marpequeña, tenía anuladas sus facultades fruto de un episodio delirante derivado de la esquizofrenia paranoide que padece. El juicio oral donde el acusado se enfrentará a un jurado popular en la Audiencia Provincial de Las Palmas tendrá lugar el próximo 26 de noviembre.

Los hechos ocurrieron entre las ocho y las ocho y media de la tarde del 1 de mayo de 2011, cuando Francisco Luis S. P. esperó escondido, escopeta en mano, en la confluencia de la calle Fernando Rodríguez con Cánovas del Castillo, en Marpequeña, para acabar con la vida de su vecino, José Juan Santana Delgado, según detalla en su escrito el fiscal Antonio Amor. El inculpado aprovechó la sorpresa y atacó inesperadamente a su vecino cuando este estaba paseando a su perro, un hecho que impidió por completo cualquier acto de defensa por parte del fallecido.

Primero le golpeó con la culata de una escopeta de caza del calibre 12/70 y después accionó el gatillo, efectuando un disparo en el ojo izquierdo de la víctima, un policía local de Las Palmas de Gran Canaria de 40 años, lo que causó su muerte inmediata, según el informe del representante del ministerio público. El fatídico día, Santana Delgado había pasado una jornada de playa en Arguineguín junto a su familia. A su regreso, sacó a pasear a Manchita, su bulldog francés, poco antes de entrar a trabajar en su turno de noche al pertenecer a la Unidad Nocturna del citado cuerpo.

Fue durante ese paseo cuando se cree que Francisco S. P., cerrajero de profesión, lo atacó. Al parecer, la perra era la que había originado enfrentamientos anteriores a los hechos entre el supuesto homicida y el policía, ya que el animal ocasionaba molestias al primero, según indicaron a este periódico fuentes cercanas al caso.

Asimismo, días antes de los hechos, el agente y el acusado habían acudido a los juzgados por una disputa de una serventía de paso. Por este conflicto llegaron a denunciarse mutuamente. El juez le dio la razón en esta ocasión a Santana, que vivía en un piso en la parte alta de Marpequeña desde hacía un par de años.

Por su parte, el acusado, de 50 años de edad, vivía desde hacía 14 con su hija en una casa terrera separada tan solo por un solar del domicilio de la víctima.

Fue cerrajero hasta que un accidente laboral (le cayó una viga encima), le apartó de su profesión y comenzó a trabajar como vendedor de cupones de la OID. Poco después de los hechos, Francisco S. P. fue detenido en el propio barrio y tras su primera comparecencia ante la justicia, el 5 de mayo de 2011, quedó privado de libertad en la Unidad de Psiquiatría del Hospital General de Gran Canaria Doctor Negrín.