Una maldición. Eso es lo que parece perseguir desde hace años a la Concejalía de Patrimonio del Ayuntamiento de Telde después de que la última parcela que el consistorio ha intentado vender -una explanada de 2.315 metros cuadrados y uso industrial- no haya despertado el interés de ni siquiera un solo inversor.

Lo curioso del caso es que el terreno en cuestión -emplazado en el polígono industrial de El Goro y tasado en 868.773 euros- fue entregado al Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 5 de Las Palmas de Gran Canaria para que procediese a su venta. Con el dinero que se pretendía obtener, el grupo de gobierno de la ciudad (PP, Ciuca y CC) aspiraba a pagar la deuda que arrastra con un particular por una expropiación acometida en mandatos anteriores.

La ciudad tendrá que recurrir en numerosas ocasiones a este sistema, ya que sólo en concepto de compensación de intereses y el pago de indemnizaciones, justiprecios y daños y perjuicios se calcula que la administración local podría deber a día de hoy más de 40 millones de euros. Pero lo cierto es que hasta ahora no ha conseguido recaudar ni un solo euro.

Junto a estos terrenos, el Ayuntamiento ha reservado otros suelos en La Garita, Arauz y Picachos que suman más de 1.500 metros cuadrados para cedérselos al juez. Por estas otras propiedades se confiaba en adquirir otros 1,2 millones que tendrían el mismo destino, si bien hasta ahora sólo se ha tramitado el expediente de El Goro.

La consecuencia más inmediata de la subasta declarada desierta el pasado 11 de octubre también es, a priori, perjudicial para los intereses municipales.