En las últimas semanas no han dejado de salir asuntos turbios de la Concejalía de Urbanismo gestionados durante el anterior mandato. ¿Cree usted que las cosas no se hicieron como era correcto?

A los hechos y a lo que se ha estado conociendo estos días me remito. Hay distintos funcionarios que han ido poniendo en conocimiento de mi persona y del concejal del área la forma extraña en la que se han tramitado numerosos expedientes. De hecho, los hay sin tramitar. Y Urbanismo no ha sido un caso aislado: me consta que existen dos técnicos jurídicos del departamento de Contratación que también han apreciado irregularidades de diverso tipo.

¿Cuál es el ánimo existente entre los funcionarios de un departamento que durante años ha estado bajo el punto de mira de varias investigaciones policiales?

Lo que pasó en esta Concejalía aún influye en el ánimo de muchos compañeros. Vivimos una época muy agitada en su momento y aún se siente en algunos de ellos.

¿Cuándo cree que estará en condiciones de ser aprobado y para entrar en vigor el nuevo Plan General?

Previsiblemente, en los primeros meses de 2014. No hemos dejado de trabajar para tal fin, y por ello mismo nos estamos reuniendo todas las tardes para seguir avanzando en el documento. Entre otras cosas, mantenemos reuniones con las administraciones y preparamos distintos convenios.

¿Sigue estando en La Mareta el futuro de Telde?

Sólo una parte. La Mareta es una pieza estratégica que tiene el valor que tiene, pero hay más suelo.

El conflicto por la explotación de las parcelas P-1 y P-2 sigue sin resolverse. Es un culebrón de nunca acabar...

Mire, aquí hay algunas personas muy interesadas en enmarañar ese expediente y le aseguro que no es el Ayuntamiento.

Estos días se ha conocido la sentencia del 'caso Alisios'. En esa causa se investigó si hubo trato de favor en la concesión de una licencia urbanística a, entre otras personas, José Mendoza, exsenador de Nueva Canarias. El concejal que estaba al frente de Urbanismo en la época de la entrega de los permisos, Ildefonso Jiménez, ha optado por dimitir tras ser condenado a 18 meses de cárcel y 10 de inhabilitación en primera instancia. ¿Qué valoración hace de ello?

La única defensa que se ha utilizado en ese juicio y en otros similares ha sido el intentar hacer ver a la jueza que yo he falsificado documentos. Los imputados han sido otros y yo no he manipulado ni falsificado nada, tal como se puede comprobar en la sentencia emitida el pasado 9 de noviembre por el Juzgado de Lo Penal número 2 de Las Palmas de Gran Canaria. Respeto el fallo judicial y sólo puedo decir que yo tampoco conozco ni al señor Mendoza ni al señor Naranjo...

¿Y qué me dice del 'caso Yrichen', donde el imputado es, entre otros, el exalcalde Francisco Santiago?

Ese juicio también se celebrará. Yo estoy llamado a declarar, al igual que en esta ocasión, como testigo.

A Enrique Orts, el interventor, el anterior alcalde lo mantuvo apartado del cargo varios años. Y luego, al cabo de un tiempo, la Justicia dictaminó que esa acción no se había ajustado a derecho. ¿Qué fue lo que ocurrió con usted?

No actuaron igual. En mi caso tengo que decir que se desarrollaron una serie de operaciones policiales en Telde cuando se acercaban las elecciones. Fui detenido en mayo de 2007, pero yo seguí como jefe de servicio hasta octubre. Es decir, no me destituyeron. Fui yo quien decidió tomar una excedencia e irme a mi despacho de abogados para no ser obstáculo alguno en esas investigaciones. En 2010, con mi vuelta, fue Aureliano Francisco Santiago quien me asignó un puesto vinculado a la jefatura de Urbanismo y terminó, con una comisión de servicios, como jefe de servicio de Deportes y Servicios Sociales y, además, como letrado de la asesoría jurídica. Estas responsabilidades se me asignaron bajo su mandato.

Pero curiosamente desde Nueva Canarias se le ha acusado de estar revolviendo papeles y manipulando expedientes...

A ver, yo me dedico a hacer mi trabajo y eso, en ocasiones, no gusta. Soy funcionario del Ayuntamiento de Telde, aunque alguien quiere que sea su funcionario particular. Un funcionario a su servicio...

Usted se encuentra imputado en una pieza separada del Grupo Europa dentro del 'caso Faycán'. Por ella le piden ocho años de cárcel. ¿Defiende su inocencia?

Por supuesto. Y eso es lo que haré cuando se celebre el juicio oral. Se me acusa de cohecho por parte de un coimputado que ha variado su versión hasta en ocho ocasiones y que ha manifestado en sus declaraciones que la denuncia que presentó en su día fue redactada por la policía y luego por un periodista de un medio digital. A estas alturas, yo estoy perdido con tanto cambio. Y luego también se me acusa de falsificación documental, y es totalmente imposible que yo haya cometido ese delito.

¿Es normal que un caso siga sin llegar a juicio seis años y medio después de que comenzase a investigarse?

¿Sabe lo que pasa? Que aquí lo que prevalece es la pena mediática de banquillo. Los retrasos en las instrucciones están unas veces justificados y otras veces... no tanto. Pero bueno, habrá que aguantarse.

¿Cómo es posible que el Ayuntamiento de Telde no haya conseguido vender en los tres últimos años ni una parcela?

Eso no es competencia de la Concejalía de Urbanismo, sino de la de Patrimonio Municipal...

Lo sé, pero le preguntaba dados sus conocimientos del engranaje municipal.

Posiblemente, lo que esté ocurriendo es que los valores asignados en el Catastro no son reales. Dados los tiempos que corren, tal vez habría que cambiar la ponencia de valores y adaptarla.

Nueva Canarias arremete con frecuencia contra usted y acusa al actual gobierno de tenerle muy bien pagado con gratificaciones...

Primero, no es Nueva Canarias quien arremete contra mí con cierta frecuencia, sino algún miembro destacado de ese partido. Lo que quiere ese señor, que siempre está disparando con pólvora ajena, es que yo me convierta en un funcionario a su servicio. Ya se lo he dicho antes. Y segundo, no he recibido ni recibo en la actualidad ni un euro por gratificación. Se ha escrito mucho de los famosos mil euros y a día de hoy la realidad es que no he cobrado ni un euro de más y todos los días trabajo no sólo las horas que me corresponden por la mañana, sino entre las cuatro y media y las ocho de la tarde.

¿Cree que ha sido objeto de una persecución?

Indudablemente, cualquiera que lea esta entrevista lo puede deducir.

¿Por qué?

Yo creo que eso se debe a que no me someto al dictamen que me quieren imponer.