El Cabildo de Gran Canaria prepara la compra de la sede de Gestur por 5,5 millones de euros para agrupar los servicios de la Consejería de Política Social, dispersados ahora en siete oficinas por toda la capital. La operación, no exenta de polémica, permite mantener la titularidad pública de uno de los primeros edificios que construyó Miguel Martín Fernández de la Torre, que junto a la Casa Palacio y otras obras suyas en las calles Bravo Murillo y Viera y Clavijo componen una muestra de la evolución del gran maestro de arquitectura.

El gobierno insular del pacto PP-CCN cerrará la adquisición del edificio de Gestur a finales de este mes o principios de diciembre, en cuanto finalice el periodo de exposición pública de la modificación presupuestaria que permite detraer los 5,5 millones de euros de partidas que no se han podido ejecutar a lo largo de este año 2012, según explicó ayer Rosa Rodríguez, consejera de Economía, Hacienda y Política Social.

"La idea es eliminar los alquileres y racionalizar los servicios sociales del Cabildo, pues este traslado permite que todos los departamentos estén cerca de la Casa Palacio, donde se ubican los servicios centrales de fiscalización, tesorería o recursos humanos", señaló la consejera, quien apuntó que el área de Política Social y el Instituto de Atención Sociosanitaria (IASS) está repartida en siete dependencias distintas, "en edificios muy antiguos que ni siquiera cumplen los requisitos de seguridad y salud". Además, aseguró Rosa Rodríguez, "no son accesibles para personas con algún grado de dependencia".

Si se valora en términos presupuestarios, los servicios sociales están en peores condiciones que el resto de las áreas del Cabildo, incluido el personal, cuando precisamente sus usuarios necesitan una atención más especializada. En este punto están de acuerdo todos los grupos políticos, pero desde la oposición, el PSOE y NC denuncian la "hipocresía" de los populares, que en el anterior mandato se opusieron al traslado de esos servicios a oficinas en mejores condiciones.

De hecho, el anterior responsable de Política Social, Pedro Quevedo, de Nueva Canarias, continúa siendo el blanco de las críticas el PP por el alquiler de unos locales en Bravo Murillo que albergan ahora la sede de la consejería. Rosa Rodríguez coincide ahora con Quevedo en que hay que "dignificar" la atención en ese departamento.

Eso será posible dentro de pocas semanas, ya que el edificio no necesita ninguna reforma. "Está para mudarse ya, pues nos han dejado hasta los muebles", comentó la consejera, quien subrayó que Gestur, un empresa de la Comunidad Autónoma, tiene una deuda importante y utilizará esos 5,5 millones al contado para liquidarla. Al respecto, dijo que el Gobierno regional ha hecho ofertas al Cabildo por otros edificios públicos, pero se ha elegido éste por su cercanía a la Casa Palacio. En las nuevas dependencias trabajarán unos 120 directivos y funcionarios del área de Política Social,

Los 5,5 millones se han sacado de partidas que no se iban a ejecutar, como gastos financieros y algunos inversiones en carreteras. La mayor cuantía, 400.000 euros, se obtiene del presupuesto del propio IASS, lo que motiva el rechazo de los socialistas a la compra del edificio. "No cuestionamos que se mejoren las instalaciones, pero no se debe comprar el edificio con dinero que está destinado a atender a las personas más necesitadas", declaró Augusto Hidalgo, portavoz del PSOE.

En respuesta, Rosa Rodríguez, afirmó que esos 400.000 euros "no son nada comparados con los 180.000 euros anuales que se pagan en alquileres". También aclaró que el Cabildo compra la sede de Gestur porque es un edificio público que ya está preparado para oficinas. "Si hubiese sido un edificio privado ni siquiera nos lo hubiésemos planteado", recalcó.

Al margen de la polémica sobre el desembolso por parte del Cabildo de esos 5,5 millones en momentos de grandes recortes sociales, la noticia es bien recibida por los admiradores de Miguel Martín Fernández de la Torre. El arquitecto José Luis Gago, autor del libro La sede de Gestur y la arquitectura de la manzana histórica de Las Palmas de Gran Canaria, recordó que se trata de una pieza muy interesante de la arquitectura, fue una de las primeras obras de Miguel Martín y coincidía que la casa de sus padres era la que estaba al lado.

"Era una oportunidad importante para él porque era joven y tenía pocas obras, por eso le echó bastante imaginación y trabajo", indicó Gago, quien destacó que la original vivienda privada tenía una entrada espectacular, con una escalera imperial de dos tramos y un vestíbulo de 100 metros cuadrados, "una casa única en aquel momento en Las Palmas de Gran Canaria".

"Incorporó un lenguaje extraño a lo que era la arquitectura local en aquel momento y a los debates que se daban en la Península, con componentes del llamado estilo regional o montañés", resaltó el arquitecto. La casa está vinculada a esas corrientes, con arcos de medio punto, balcones andaluces y otros elementos. El diseño fue paralelo a la reconstrucción del teatro Pérez Galdós tras su incendio, por lo que en la casa "hay detalles que recuerdan a lo que hizo en el teatro".

La adquisición por parte del Cabildo garantiza la conservación del edificio y refuerza el atractivo arquitectónico de la manzana comprendida entre las calles Bravo Murillo, Viera y Clavijo, Pérez Galdós y Buenos Aires, que queda como un museo dedicado a la evolución artística de Miguel Martín.

En esa misma zona de la ciudad realizó algunos de sus principales proyectos, como la sede del Cabildo y su propio estudio y casa familiar, en el número 13 de la calle Bravo Murillo. "Esta manzana resume todos los estilos que realizó Miguel Martín hasta los años cuarenta del siglo pasado, con el Cabildo como emblema y principal joya de su arquitectura", recordó Gago, quien consideró que la compra de la sede de Gestur por parte de una institución pública "es muy interesante" desde el punto de vista de su conservación.

"Merece la pena mantener ese edificio y creo que sería importante que el Cabildo recupere también el que está a su lado, en el número 31 de la calle Viera y Clavijo, donde estaba originalmente la casa de los padres de Miguel Martín y que ahora está medio abandonado, únicamente ocupado en su parte de abajo por una ferretería", opinó Gago.

A su juicio, las sucesivas reformas en la pieza original -una vivienda de un rico hacendado de Arucas que después se transformó en sede del Banco Exterior de España y después en las oficinas de Gestur- "no han disminuido su valor arquitectónico, pues conserva sus principales elementos".