La Aldea lleva años luchando por una carretera segura y rápida que evite los cortes ocasionales por la amenaza de desprendimientos. Sin embargo, su reivindicación ha chocado con todo tipo de trabas, que han ido sorteando. Pero, ahora que se había comenzado a ejecutar el proyecto, se encuentran con un parón que impedirá cumplir los plazos de terminación. Y, sobre todo, es imposible ahora mismo hablar de una fecha de terminación, porque nadie se atreve a ponerla.

El director general de Infraestructura, Juan Medina, evita hablar de una planificación para la nueva carretera en los próximos años, ya que se mantiene abierta cualquier opción de modificación presupuestaria por el Gobierno de Canarias y el Central, lo que podría suscitar cambios en la ejecución de la obra final.

El proyecto inicial tenía un coste próximo a los 100 millones de euros, y tras las modificaciones iniciales estaba previsto que se retirara la cita el próximo año en su primer tramo. En cualquier caso, el plazo ha saltado otra vez por los aires tras los recortes económicos del Ministerio de Fomento.

La carretera ahora en servicio tiene una intensidad media de 2.000 vehículos diarios, aunque las previsiones hablaban de que en la próxima década alcanzaría los 4.500 automóviles, una vez se abriera el nuevo trazado por el interior, que discurrirá entre los nuevos túneles y viaductos.

El alcalde de La Aldea, José Miguel Rodríguez, señala que esta es una solución a corto plazo, pero no la opción ideal.

Juan Medina, que a su vez es natural del citado municipio, señala que espera poder acelerar el trazado definitivo, aunque ahora es imposible hablar de su terminación.

La obra se encuentra prácticamente a un tercio de su finalización. El nuevo tramo de algo más de siete kilómetros de longitud, gran parte del cual discurre bajo tierra. Estos túneles evitarán el paso por la zona más peligrosa de la actual carretera, tanto por las fuertes pendientes y curvas de pequeño radio como por los habituales desprendimientos de piedras en época de lluvias, que obligan a los aldeanos a sufrir ocasionales periodos de incomunicación y aislamiento.

Además, la actuación permitirá poner en servicio una vía rápida entre La Aldea y El Risco. Si ahora se tarda una media de 27 minutos en cubrir el recorrido, cuando termine se tardará apenas ocho minutos.

Los trabajos se iniciaron en julio de 2009 a cargo de la unión temporal de empresas formada por OHL-FCC-Félix Santiago Melián y Hermanos García Álamo. Y, tras un retraso inicial, tendría que haber terminado en verano del próximo año, aunque ahora es imposible poner una fecha definitiva.