Primero fue su marca turística 'Santa María de Guía', más tarde la formación de sus taxistas para poder servir de cicerones y ahora la presentación de sus audioguías, que repasan las rutas más atractivas para que los visitantes descubran a pie sus rincones de interés. Este proyecto se suma a iniciativas particulares como la apertura de 'La Quesera' en una centenaria casa señorial con su ermita privada de San Antonio, que sirve de complemento a la oferta.

La Oficina de Turismo ha extendido sus alfombras al turismo con tres guías audibles en español, inglés y alemán para corretear por el casco histórico, el Cenobio de Valerón y la Casa del Queso, y ya trabaja en su traducción al francés, ruso e idiomas escandinavos.

El inicio del paseo a través de un reproductor MP5 se sitúa en la casa de Néstor Álamo, donde nació el folclorista en 1906. En este lugar integrado en el casco antiguo declarado Monumento Histórico Artístico Nacional en 1982 se descubre cómo era una casa señorial de mediados del siglo XVII, con su patio, cocina y utensilios tradicionales, junto a una muestra de la historia musical de Gran Canaria.

Desde allí se inicia un recorrido por una estrecha callejuela hacia la plaza Grande, que adquiere su actual fisonomía en el siglo XIX, y que acoge cada semana un mercadillo municipal con productos frescos de la tierra. Tal y como recuerda la Oficina de Turismo, este mercado cuenta con su aprobación desde 1872, si bien no atraviesa ahora su máximo esplendor. A su lado se erige la Casa de Los Quintana, cuya fachada data del siglo XVI y en la que sobresale la cantería y el balcón cubierto estilo canario-mudéjar de madera, así como el blasón familiar.

En esta visita turística no puede faltar la iglesia, que guarda una buena selección de obras del imaginero guiense José Luján Pérez, sus diferentes capillas y el camarín, así como el ayuntamiento y la plaza Chica, donde se erige una serie de bustos en honor a personas ilustres de la localidad.

El siguiente paso es la subida por una empinada cuesta hasta el barrio de San Roque. Según los expertos, la ciudad creció hacia arriba para preservar sus fértiles cultivos situados a los pies de la urbe. Durante este paseo hay que poner la vista a ambos lados de las calles, donde se conservan en perfectas condiciones una serie de viviendas tradicionales canarias, que son ejemplos de la arquitectura tradicional canaria, sobresaliendo sus balcones y elementos típicos, como una argolla que servía antaño para amarrar a las bestias en número 3 de la calle Luis Suárez Galván.

Es obligado hacer una pausa en San Roque, con su ermita de 1520 recién rehabilitada y su retablo del siglo XIX. Este barrio acogió muchos gremios, y ahora la cocina de los famosos dulces, y artesanos de la cuchillería. También la ermita de San Antonio, hoy reconvertida en 'La Quesera', con su queso de flor. En esta bajada sobresalen sus coloridas calles, a semejanza de algunos rincones de Brasil. Y más abajo el Hospicio de Santa Catalina-Casa de la Cultura del siglo XVIII, que fue convento franciscano, entre otros puntos de interés.

Las siguientes rutas fuera del casco viejo se adentran en el Cenobio de Valerón y la Casa del Queso, con su producto con denominación de origen del queso de flor y queso de Guía y la historia de su ganadería. Así como las rutas temático, como la trashumancia y de la artesanía, además de una serie de paquetes turísticos específicos para conocer la Fiesta de Las María y la Semana Santa de Luján, entre otras alternativas.

Sin embargo casi todos estos atractivos están diseñados especialmente para una estancia temporal, ya que la ciudad tiene de momento una oferta extrahotelera limitada y sin una cualificada categoría, y carece de promoción turística exterior, sea nacional o extranjero.

El Ayuntamiento apenas puede poner en valor el albergue deportivo de San Fernando, un albergue deportivo de escuela, un camping, 12 apartamentos en San Felipe y distintas casas en el casco y en Lomo Guillén. Aún así, la concejala de Turismo, María del Carmen Mendoza, habla de crear una central de reservas para comercializar toda la oferta en un futuro.

De momento, Guía aspira a generar el interés para los 3,2 millones de turistas que visitan Gran Canaria, de los cuales 2,8 millones son extranjeros. Todo ello, para combatir el elevado desempleo que sufre y generar nuevas oportunidades comerciales y de negocio.