Pese a que estamos en plena recesión económica el grupo Hermanos Domínguez sigue adelante con su expansión. ¿Qué les anima a abrir un nuevo Hiperdino en el sur grancanario?

Tomamos la decisión porque vemos que en la zona de El Tablero de Maspalomas hay necesidad de contar con una tienda que ofrezca un amplio surtido de productos. Además, vamos junto a una firma textil que no estaba en el Sur, y hemos aprovechado para montar una tienda ultramoderna.

¿A qué se refiere con una tienda ultramoderna?

Pues a que aplica el telemarketing a través de varias pantallas de televisión, a que también cuenta con pantallas táctiles donde los clientes pueden ver los precios de las tiendas de la competencia, a que hay wifi en toda la tienda, y en la frutería hemos colocado vaporizadores para mantener los artículos frescos.

¿Quiere decir que el cliente puede comparar lo que cuesta el kilo de papas o plátanos en las tiendas de la competencia?

Sí. El cliente puede comparar el precio de un artículo con los de otras tiendas de la zona, y puede ver incluso el día en que se tomaron esos precios. Diariamente miramos los precios de 13.000 artículos. Tenemos a siete personas en Gran Canaria y a cinco en Tenerife recogiendo estos datos, y por eso, cuando afirmamos que Hiperdino tiene los mejores precios de Canarias sabemos lo que decimos.

¿Van a instalar estas tecnologías en otras tiendas de la Isla?

A medida que vayamos reformando los supermercados e hipermercados se irán instalando. Pero, antes de acabar el plan de reformas el cliente va a poder acceder a los precios de las tiendas a través del teléfono.

¿Tienen un plan de inversión previsto para llevar a cabo esta renovación?

Dependerá de si algún día conseguimos financiación bancaria, y si no la logramos echaremos mano de los recursos propios. Hasta ahora, no hemos conseguido nada. Esta empresa no tiene una sola póliza de crédito. Somos un grupo que emplea a 5.000 personas y no tiene un solo préstamo.

¿Qué razones les dan las entidades bancarias para no concederles un solo crédito?

Te dicen queremos, pero no podemos, o te comentan que sería bueno que para favorecer la operación pusiéramos unos millones de euros en la cuenta porque esto se verá bien en Madrid y ayudará a aprobar la operación. Al final ni un euro. Mire, acabamos de financiar con nuestro dinero el cincuenta por ciento de la compra de seis camiones y la otra parte la aportó el fabricante alemán.

¿Han tenido que bajar mucho los márgenes para poder hacer frente a la caída del consumo?

Ya hemos dicho que 2013 no es un año para ganar dinero en alimentación, este es un ejercicio para poner precios al alcance del consumidor. Ya ganaremos en el futuro cuando las familias vayan saliendo adelante. ¿Cuánto hemos bajado los precios? Eso no se lo puedo decir porque le daría información a mis competidores sobre cómo compramos.

¿Se nota que el consumidor mira más que nunca los precios incluso en la alimentación?

Al consumidor le encanta comprar el producto que le gusta al mejor precio, pero si hay una gran diferencia de costes entre una marca conocida y una desconocida, ahora opta por la más barata. Por eso, hemos apostado por bajar los precios en las marcas líderes. Es cierto, que el proveedor ha entendido la crisis, y hay productos líderes, que incluso cuestan menos que los de las marcas blancas.

¿Cómo valora que en el Sur abran los comercios los festivos para atender a los turistas y en la capital grancanaria solo se pueda hacer en Triana y el Puerto?

Sinceramente yo entiendo que hay que permitir la libertad de horarios. Pero aun con esa libertad, no abriríamos todas las tiendas. No tiene sentido. Es cierto, que Triana, que se lleva abriendo mes y medio todos los domingos, funciona bien. En general, no hay mercado para abrir todos los domingos.

¿Cuándo espera el grupo HD iniciar la construcción del centro comercial de Gáldar?

Pues cuando el cambio en el Plan Insular de Gran Canaria esté resuelto a nivel jurídico. Desde el Cabildo y el Gobierno canario han dicho que por fin se llegó a un acuerdo sobre el proyecto del centro comercial, y la autovía de Gáldar. Pero, lo cierto es que el PIOT estaba acordado en 2001 y después hubo cambio en la Consejería de Política Territorial y se modificó el criterio. Si no cambian los políticos en los próximos dos años podremos hacerlo, pero si cambian y los que llegan tienen otra idea, pasará lo mismo. Seguro no hay nada hasta que no tengamos la licencia. Lo que ocurre es que ahora no tenemos solo pendiente este proyecto de Gáldar sino que contamos con otros veinte proyectos interesantes de Dinosol. Esto supone que vamos a tener que establecer prioridades en función de la financiación.

¿Pero están a expensas del visto bueno de Política Territorial?

No, no, no. Están pendientes sobre todo de la financiación bancaria. En algún caso son cuestiones administrativas, pues hay algún proyecto que depende de algún ayuntamiento, alguno del Gobierno canario y otro del Cabildo.

¿Sigue notando su empresa que en Tenerife los trámites administrativos para llevar a cabo las inversiones se resuelven más deprisa que en Gran Canaria?

Ya no. Ahora, precisamente en Tenerife lo que nos mantiene bloqueadas las inversiones es el Plan General. Pero en la capital grancanaria pasa igual. Recuerdo cuando dijo Jerónimo Saavedra que iba a sacar adelante un Plan General de urgencia y han pasado seis años. La realidad es que entre los ayuntamientos y la Consejería de Política Territorial las inversiones se siguen bloqueando, e incluso en las circunstancias actuales de crisis económica. Se echan la culpa unos a otros, pero la verdad es que los proyectos esperan veinte años o diez años por un plan urbanístico. Y aunque prometen agilidad todas las administraciones, lo cierto es que cualquier inversión que se quiere hacer en Canarias se tropieza con tanta burocracia que cuando se puede acometer el proyecto la empresa tiene que valorarlo porque el momento económico es otro o han cambiado las condiciones del mercado.

¿No cree que hay demasiados centros comerciales en la Isla?

Sinceramente creo que hay que mejorar la calidad de la oferta sobre todo en el sur de Gran Canaria. Es urgente renovar la oferta comercial de la zona turística, y mientras nadie le meta mano a los centros comerciales antiguos como el Metro, Cita o Kasbah, seguirán ofreciendo esa imagen lamentable. Es necesario sacar una ley dura que permita a las autoridades liderar una reforma total de la oferta comercial. Para ello, hay que contar con una legislación que contemple la expropiación si es necesario para poder derribar y levantar establecimientos modernos, acordes con un destino turístico como es Maspalomas. Por los propietarios no se puede esperar porque no se ponen de acuerdo. Hay centros como el Metro donde hay plantas cerradas por el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana y otros como el Cita donde cada día se producen más cierres.

¿Espera que el Gobierno canario ponga el cascabel a la renovación comercial del Sur?

Es que la normativa que debe sacar adelante el Gobierno canario o quizás el Ministerio de Industria y Comercio debe contemplar ante todo la expropiación ya que es imposible lograr que los comuneros tomen la iniciativa. Pero también debe recoger que se pueda sacar a subasta el nuevo proyecto. Imagine que en el suelo que ocupan Metro, Cita o Kasbah hubieran centros comerciales en los que el turista pueda disfrutar mientras compra o se toma algo. Pero, ocurre lo contrario. Los centros comerciales del Sur están muy deteriorados y ofrecen una imagen tercermundista.

¿Considera que de nada vale renovar hoteles y apartamentos en Playa del Inglés, Maspalomas y San Agustín si la oferta comercial sigue siendo la misma de hace cincuenta años?

Sin duda. ¿Qué es lo que funcionar en el Sur? Pues Meloneras porque todo es nuevo. Entonces lo que hay que hacer es renovar esos centros comerciales que están ubicados en zonas estratégicas y que lamentablemente no pueden seguir abiertos tal y como están . Y como no se haga algo rápido en el Sur en la oferta alojativa también dejarán de venir turistas, porque no todo es sol y playas. En los complejos de apartamentos hay que hacer lo mismo y exigir a los propietarios sin contemplaciones que o los tienen en condiciones o los cierran.