El Consejo Insular de Aguas de Gran Canaria concluirá este año el canal Trasvasur, cuyas obras y reparaciones han durado 45 años y han costado más de 27 millones de euros, según adelantó ayer el consejero de Aguas del Cabildo, Francisco Santana, quien no descartó que en el futuro se recupere el proyecto completo para conectar las embalses del sur con las ciudades de Telde y Las Palmas de Gran Canaria. De momento, el Trasvasur arranca en la presa de Soria, en la cuenca de Mogán, y concluye en la de Tirajana, en Santa Lucía.

Los últimos trabajos en el Trasvasur, que según el consejero "se encuentran en un avanzado estado", se están ejecutando entre las bocas de Arguineguín y Chamoriscán, después de que el derrumbe de un túnel de 120 metros inutilizara el canal durante la última década. La reparación de ese tramo está adjudicada a la UTE Ferrovial-Petrecan por 581.000 euros y permitirá poner en funcionamiento los 14 kilómetros del canal, cuyas dimensiones permiten transportar un caudal máximo de 138.240 metros cúbicos al día.

Francisco Santana recordó que el Trasvasur se inició a mediados de la década de 1960, cuando presidía el Cabildo Matías Vega Guerra, "con la idea de solucionar los grandes problemas de abastecimiento de agua potable que tenían Telde y Las Palmas de Gran Canaria, antes de la construcción de las desaladoras". Sin embargo, el desarrollo de las potabilizadoras resolvió el abastecimiento de agua en las dos ciudades, lo que frenó la construcción, en 2003, al llegar a la presa de Tirajana. "Si es viable, se podría recuperar el proyecto completo", aseguró.

Día Mundial del Agua

El consejero hizo este anuncio durante la presentación de los actos con motivo del Día Mundial del Agua, que se celebra mañana viernes. Así, se ha programado una jornada con escolares en la Desaladora Arucas-Moya, con la que "se pretende que las nuevas generaciones conozcan de primera mano cómo se realizan las tomas de agua de mar y los distintos procesos que producen el milagro de convertir el agua del mar en agua potable".

"Hemos elegido esta instalación por tratarse de una infraestructura moderna e integrada en el entorno de la costa norte de la Isla", señaló Santana, quien apuntó que Gran Canaria "se ha convertido en una plataforma puntera para África en la exportación de nuevas tecnologías en el tratamiento de desalación y depuración del agua".

El consejero también aprovechó el Día Mundial para anunciar la publicación de la obra Las Minas de Agua en Gran Canaria (1501-1950), de Francisco Suárez Moreno, historiador y cronista oficial de La Aldea). "El Patrimonio Etnográfico de Gran Canaria tiene su capítulo más relevante en la denominada cultura del agua y en todas las labores asociadas a su captación, almacenamiento, canalización y distribución", opinó.

La obra es un ambicioso estudio sobre la galerías filtrantes o minas de agua en nuestra Isla, entendiendo por tales un conjunto de sistemas de captación de aguas subálveas que se remontan al siglo XVI y dilatan su construcción hasta mediados del siglo XX. Según Santana, el libro "supone un trabajo pionero en esta materia, haciendo un recorrido sobre el origen de estas ingenierías hidráulicas en un interesante recorrido desde el Próximo Oriente, el Mediterráneo y, en muchos casos a través de Canarias, hasta América del Sur". También recoge estudios acerca de la Mina de Tejeda, que explican el asentamiento y despegue fundacional del Real de Las Palmas así como las Minas del Barranco Real de Telde y otras muchas de nuestra geografía isleña.

Preguntado por los retrasos en la puesta en marcha de las desaladoras de Roque Prieto, Telde y La Aldea, señaló que una de las prioridades del Consejo es resolver la situación de Roque Prieto, paralizada cinco años tras gastar 8 millones.