Los propietarios del barranco de Guayedra, en el municipio de Agaete, han alcanzado un acuerdo con el Cabildo de Gran Canaria para recuperar la vegetación autóctona en 500 hectáreas de terreno con riesgo de erosión y crear, en una segunda fase, un restaurante panorámico y un centro de interpretación del Parque Natural de Bandama y de la Reserva de la Biosfera.

El proyecto fue presentado ayer por María del Carmen Arévalo, consejera insular de Medio Ambiente, y Normando Moreno, representante de las empresas Costa Tamadaba y Grupo Valle de Guayedra, quienes explicaron que los trabajos se iniciarán el próximo otoño y podrían durar hasta diez años, con un gasto superior a los 700.000 euros.

Las dos empresas, que son dueñas de 5.893 hectáreas situadas entre el pinar de Tamadaba y los barrancos de Guayedra y La Palma, contratarán una cuadrilla de cinco trabajadores para reforestar las laderas que se encuentran por encima de la carretera de Agaete a La Aldea. También se encargarán de las infraestructuras necesarias para realizar las plantaciones y del riego. Por su parte, el Cabildo de Gran Canaria se compromete a tramitar los permisos ante las administraciones competentes, coordinar los trabajos y proporcionar las plantas.

En la repoblación se utilizarán las especies originarias de esa zona, que han ido desapareciendo por la erosión, la presión del ganado y la invasión de plantas foráneas como el rabo de gato o la tunera. Por tanto, habrá especies del bosque termófilo, de monteverde y matorral, en función de la altitud , que en sus cotas máximas pueden superar los 1.000 metros sobre el nivel del mar. También se recuperarán especies como la higuera o el almendro, pero se ha descartado la plantación de nuevas palmeras por temor a la plaga del picudo.

La primera fase abordará la reforestación de más de 100 hectáreas de monte verde, bosque termófilo y pinar canario en las localizaciones de Lomo del Manco, El Castellano, El Tajinastal, Guayedra de Arriba, Hoya de la Higuera, Lomo de la Gamona y barranco de La Palma.

Los propietarios también han solicitado, por otras vías, la instalación de un restaurante-mirador en una de las viviendas abandonadas que están cerca de la carretera y una tienda para la venta productos típicos a los turistas que dan la vuelta a la Isla. Normando Moreno también mostró su deseo de crear, más adelante, un Centro de Interpretación del Parque Natural de Tamadaba en una de las zonas más deterioradas.