El barranco de Tenoya guarda en sus entrañas los restos de varios desaparecidos en Arucas la noche del 18 de marzo de 1937 y probablemente los cuerpos de los represaliados días después en Gáldar, el Valle de Agaete, Tamaraceite y San Lorenzo. Así lo aseguran los testimonios de la época y las investigaciones históricas sobre la represión franquista en Gran Canaria, lo que ha llevado a la Consejería de Cultura del Cabildo a emprender la búsqueda de apoyo económico y material para abrir el pozo e iniciar las excavaciones en busca de más víctimas.

Cerca de allí, en el Llano de Las Brujas, se encontraron en 2008 los cadáveres de 24 desaparecidos, la mayoría asesinados de un disparo en la cabeza y con signos evidentes de haber sido torturados. Las pruebas de ADN confirmaron que siete eran de Gáldar, dos de Arucas y uno de Firgas, pues no todos se identificaron. En el pozo de Tenoya se puede repetir la historia en los próximos meses.

Buenas noticias

"En dos o tres semanas podremos dar buenas noticias a los familiares", afirmó el lunes el consejero de Cultura, Larry Álvarez, ante una pregunta de la portavoz socialista, Carolina Darias, en el Pleno del Cabildo. Esas "buenas noticias" no son otras que la obtención de los 75.000 euros que son necesarios para retirar la capa de escombros que se encuentra en el interior del pozo. Las catas realizadas hasta ahora han detectado unos tres metros de espacio libre en la boca del pozo y luego otros veinte metros de desechos, que habrá que retirar antes de empezar la búsqueda de los desaparecidos. El Cabildo de Gran Canaria había aprobado un presupuesto de 6.000 euros para esos primeros trabajos, pero la aparición de tantos escombros ha trastocado sus planes. Ante la crisis que atraviesan todas las instituciones públicas, Álvarez está negociando con varias empresas para que pongan el dinero o aporten la maquinaria que se precisa. A mediados de abril comunicará los resultados de sus gestiones a los representantes de la Asociación de la Memoria Histórica de Arucas (AMHA).

Su presidenta, Pino Sosa, agradece los esfuerzos que están realizando todos los grupos del Cabildo, pero advierte que la lucha de los familiares no acabará hasta que se abran los otros dos pozos que se encuentran en Arucas, el del Huerto del Francés y el de Visvique, y se terminen las excavaciones en la Sima de Jinámar.

"En su día hablamos con vecinos del pueblo de Tenoya y nos dijeron que algunas noches se oían gritos y se veían en el barranco los fogonazos de los disparos, por eso este pozo es nuestro siguiente objetivo y no vamos a parar hasta que lo abran", asegura Pino Sosa.