El ritual está en marcha. El macho realiza sus vuelos ostentosos, mientras planea abriendo la cola y las alas para llamar la atención de las hembras, con unos ocasionales arrullos. Las llamadas masculinas de ligoteo esperan encontrar el eco deseado en poco tiempo y convertirse en un vuelo sincronizado nupcial de la pareja, aunque de momento la respuesta se deja rogar. El técnico Domingo Afonso dice que ha visto a dos ejemplares entrar en un risco del barranco de Valsendero, pero se desconoce qué grado de afinidad hay entre esos dos ejemplares.

El proceso milenario de apareamiento está formalizándose, y con eso se abre un nuevo mundo en el proyecto de reintroducción de la paloma rabiche, cuyos ejemplares se extinguieron de la mano de las talas masivas de laurisilva hace unos 160 años en la Isla, aunque se mantienen en La Palma, Gomera, Tenerife y hay indicios de que también en El Hierro. De ahí que se haya echado mano del Cabildo palmero para conseguir su implantación en Gran Canaria.

El proyecto de la consejería de Medio Ambiente ha permitido liberar hasta el momento a un total de 19 ejemplares en tres fases. Curiosamente, se acaba de cumplir el aniversario de la primera suelta de un macho llamado Doramas y la hembra Azuaje. Ahora hay diez machos y el resto son hembras.

Ariscos

Las últimas dos parejas consiguieron la libertad en una finca de la Heredad de Aguas Arucas-Firgas en Valsendero, tras estar un mes en una jaula de adaptación al entorno. En la finca de esta centenaria entidad, que está colaborando activamente en el proceso, se han instalado comederos para facilitar la introducción de estas palomas en este medio natural. Además, los técnicos vienen realizando un exhaustivo plan de seguimiento de los ejemplares, debido a su concentración en esta zona de monteverde.

Las rabiche anidarán en riscos y realizan cuatro puestas al año con un único huevo. Esto es lo que se piensa, ya que realmente se desconoce la respuesta que tendrán en este paraje que conforman los barrancos de la Virgen, Oscuro y Rapador, entre Firgas y Valleseco. Y su comida es la propia del monteverde, como el barbuzano, aunque también tienen predilección por los frutales.

Una de las dificultades para lograr su plena adaptación es el carácter poco sociable de la paloma rabiche. Tal es así, que hasta tuvieron que cambiarle la parte alta de las jaulas por los golpes que se daba cuando detectaban a algún intruso en los alrededores. Y tienen sus manías, ya que sus horas para salir de paseo se concentran en las primeras horas del día y luego por la tarde.

Sin embargo, esta características es también un factor a su favor para lograr su propagación, ya que se alejarán de las carreteras y de las áreas habitadas, aunque eso pueda dificultar su seguimiento. De ahí incluso, que se habitual que su salida desde una jaula se prolongue más tiempo del deseado, pudiéndose pasar hasta horas hasta que echan el vuelo.

Técnicos de Medio Ambiente cuenta con unos sofisticados transmisores dotados con antenas para hacer el seguimiento de las aves en su estado de libertad. En principio se anillaron cinco, aunque ahora se conservan dos porque el resto se han soltado de las colas. Su capacidad es de varios kilómetros, aunque al tratarse de barrancos su distancia se aminora.

Mientras, en el centro de cría de palomas endémicas de Osorio se mantiene el proceso de reproducción en cautividad de la rabiche. Y hace unos días otros dos pollos rompieron sus huevos.