La Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Telde tramita en la actualidad el cierre de las cantinas de al menos cinco asociaciones de vecinos del municipio por no disponer estas de la preceptiva licencia que permita esta actividad. El dato, dado a conocer este jueves por fuentes del consistorio, viene a patentizar el interés de la institución por poner coto al despacho de bebidas y comidas en inmuebles de propiedad pública a pesar de que el pleno celebrado el pasado 26 de abril el grupo de gobierno compuesto por PP, Ciuca y CC aprobó, dentro de un decálogo de medidas para incentivar la economía local, la posibilidad de que este tipo de establecimientos existan en el seno de los locales sociales. Según indicaron fuentes autorizadas de Urbanismo, lo que se persigue con la incoación de los expedientes oportunos "no es otra cosa más que se proceda a la regularización de la actividad mediante la petición y obtención de la oportuna licencia".

En principio, los técnicos del Ayuntamiento de Telde están estudiando los casos en los que se encuentran las cantinas de asociaciones de vecinos emplazadas en Casas Nuevas (junto al Cruce de Melenara), La Garita, Valle de los Nueve y Marpequeña, junto a otra más cuya ubicación no fue precisada a este rotativo este jueves.

Seguimiento especial

Tras la tramitación del preceptivo expediente de clausura, algunos de ellos aún en una fase previa denominada de "seguimiento" para saber si se ha cesado o no en la venta de productos tras las advertencias del consistorio, el departamento de Disciplina Urbanística efectúa una visita que podría acabar en la imposición de un precinto. Esto fue lo que se intentó llevar a cabo en la jornada de este miércoles en una asociación vecinal de Marpequeña, cuya presidencia ostenta Julián González, exconcejal de Vías y Obras y Contratación e histórico dirigente de Nueva Canarias (NC) en Telde.

El mencionado técnico, sin embargo, no llegó a tomar esta drástica medida porque, tal como se indica en el acta que levantó, en el bar la cafetera se encontraba fría y no se apreciaba indicios evidentes de actividad en el lugar de los hechos, salvo la presencia de un grupo de vecinos que en horas del mediodía se hallaban en el inmueble jugando a las cartas.