La concejala de Desarrollo Local y tercera teniente de alcalde de Santa Brígida, Oneida Socorro, tuvo que pedir ayer perdón a la comerciante del municipio María Armas ante el juez después de que fuera denunciada por presuntos insultos y humillaciones.

El juicio rápido se celebró en la mañana de ayer después de que Armas, propietaria de la floristería Heliconia, denunciara a la edila por un percance ocurrido entre ambas dentro de las casas consistoriales, que acabó, según la acusadora, en insultos y humillaciones. Oneida Socorro es también concejala de Promoción de Empleo y Formación, Parques y Jardines, Turismo y Festejos de la villa.

Los supuestos insultos y humillaciones fueron proferidos por Socorro el pasado miércoles durante una reunión celebrada en el Ayuntamiento junto a la primera teniente de alcalde y concejala de Urbanismo, Beatriz Santana.

Ambas edilas atendieron a una representación de comerciantes de la villa, ya que el alcalde, Lucas Bravo de Laguna, atendía sus compromisos como consejero insular de Deportes y no podía asistir al encuentro. Los comerciantes pretendían hacer llegar al alcalde sus quejas sobre la instalación de una carpa gigante que, según ellos, ha entorpecido sus negocios durante los últimos días.

Acto de humillación

Según consta en la denuncia, la Concejala de Festejos se enfrentó a los comerciantes, tildándolos de mentirosos, lo que a juicio de Armas fue "un acto de humillación". Los ocho comerciantes presentaron escrito de protesta en el registro general del Ayuntamiento.

Los comerciantes que fueron a quejarse al consistorio son, además de la mencionada María Armas, propietaria de la floristería Heliconia, representantes de otros negocios ubicados en el municipio, y que abarcan sectores como alimentación y servicios.