La visita de los hombres de negro a Telde dio mucho que hablar hace tres semanas, pero más dará en los próximos días. El primer informe que los técnicos del Tribunal de Cuentas del Estado han elaborado sobre la ejecución del segundo Plan ZP en el municipio promete levantar ampollas. Y todo porque los inspectores acaban de requerir por escrito al Ayuntamiento el envío urgente de la friolera de 127 documentos relacionados con los seis proyectos que el también denominado Plan Feile II subvencionó, hace ahora tres años, durante la última etapa de Francisco Santiago como alcalde de la localidad.

O a la comitiva de cuatro personas que se trasladó desde Madrid le faltó tiempo para acabar su trabajo o desde el consistorio no se le facilitó toda la información relacionada con las iniciativas que se sometieron a la exhaustiva lupa de esta peculiar troika. Lo cierto es que la institución local sólo dispone de 21 días para escanear y enviar a la sección de Fiscalización del Tribunal de Cuenta una auténtica montaña de papeles concentradas en un CD o DVD y cuya autenticidad debe ser hasta compulsada por el secretario de la corporación, Ángel Sutil.

De fondo, y según fuentes municipales, subyace un incremento de las sospechas que los inspectores tienen sobre un posible uso anómalo del Feile II. Se pretende llegar hasta el fondo con las pesquisas y por eso, según el informe de nueve páginas al que ha accedido este medio, se reclaman cuestiones tan variopintas como una breve descripción de los criterios de valoración seguidos para seleccionar los proyectos, los acuerdos plenarios que los avalaron, los contratos suscritos al efecto, las subvenciones recibidas, las memorias explicativas, el presupuesto de los proyectos técnicos, las actas de apertura de plicas y las de la mesa de Contratación, las certificaciones de obra, la documentación de las empresas que pujaron y, entre otros muchos más escritos, los pliegos administrativos junto a los técnicos. En líneas generales, lo que los investigadores quieren tener en sus manos -no se sabe si de nuevo o por primera vez- no es más que los expedientes íntegros de los proyectos que visitaron, lo que equivaldría a más de un millar de folios. Las actuaciones que fiscalizaron de forma directa fueron el proyecto de gastos corrientes en Educación y Servicios Sociales, dotado con más de dos millones de euros; el de mejora de las redes telemáticas en el Ayuntamiento, el que permitió construir un parque biosaludable en Jinámar y equipar un centro de menores en el mismo barrio, y los que hicieron factible la creación de un inmueble agrícola en Cendro y la mejora de las conexiones con la estación depuradora del barranco de Silva.