Luis Bravo de Laguna Pérez preside la Asociación de Bungalows y Apartamentos (Aebat) desde hace tres meses. Bravo de Laguna, que procede del mundo de la construcción, argumenta que esta organización surge para luchar contra el intrusismo en el sector. Bravo de Laguna considera que la Ley Turística sí que permite hacer hoteles de cuatro estrellas en la Isla, pero el problema es que no hay dinero para transformar los apartamentos en establecimientos de más calidad.

¿Por qué se crea la Asociación de Bungalows y Apartamentos de Gran Canaria?

Pues se crea para luchar contra el instrusismo que hay en el sector de apartamentos. Hay camas legales pero las explotan personas que no están autorizadas para gestionar esos complejos, y hay casos en los que no están ni dados de alta a la Seguridad Social o ni pagan a Hacienda. Pero también nos estamos dirigiendo a los Ayuntamientos de San Bartolomé de Tirajana y Mogán para presentar denuncias sobre las deficiencias en infraestructuras turísticas.

¿Y lo lógico no es presentar denuncias ante la Consejería de Turismo de estos casos y no crear una asociación para hacerlo?

No es lo mismo la fuerza de una asociación que un empresario a nivel individual. ¿Quién va a denunciar estos casos en solitario? La gran queja del Sur de los extrahoteleros es precisamente el instrusismo que existe en la explotación de muchos complejos de apartamentos. Por eso, se está intentando a través de la asociación, que lleva un mes y medio constituida, que el Gobierno canario nos haga caso y actúe de oficio. Hay empresarios que han presentado denuncias ante el Gobierno o el Patronato de Turismo pero no siempre surten efecto porque el procedimiento administrativo es muy largo. Hay que averiguar que la persona que explota el complejo está cometiendo un acto delictivo y se trata de una labor de inspección, y por eso pedimos al Gobierno canario que todo los contratos de uso turístico estén registrados, de tal forma que sea más fácil comprobar quién gestiona unos apartamentos.

¿Con cuántos asociados cuenta ya esta organización sectorial?

Hay unos doce asociados que representan a unos 25 complejos turístico en el Sur. Para el tiempo que lleva funcionando la asociación es un buen número y esperamos que se sumen más empresas.

¿Esas empresas no están dentro de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo?

No. Se han salido muchos.

¿Porqué´?

Lo lógico sería que lo explicaran ellos mismos. Pero, en general lo que ha sucedido es que han hecho reclamaciones y han visto que no se ha actuado. Sobre todo en lo que se refiere a los casos de instrusismo que es lo que más preocupa al sector extrahotelero.

¿Su reto es desbancar a la Asociación de Empresarios Alojativos que lidera Tom Smulders?

No. Para nada. La idea es crear una asociación independiente. Todos los que se han ido de la Federación de Hostelería lo han hecho porque han tenido problemas personales y roces con el presidente Fernando Fraile. Pero quiero que quede claro que es una asociación que no tiene vínculos políticos.

¿Usted ha dicho que hay unos cien complejos que se explotan de forma ilegal en el Sur?

Calculamos que son unos cien o quizás más, pero ya hemos presentado denuncias de unos 54 complejos ante la Consejería de Turismo del Gobierno canario. Aún no hemos tenido respuesta pero seguiremos insistiendo. Hemos empezado por Playa del Inglés y Maspalomas, pero seguiremos con complejos de Puerto Rico y Patalavaca.

¿Está de acuerdo con el BIC que ha incoado el Cabildo sobre el entorno del Oasis después de que RIU tuviera licencia para derribar el hotel de Maspalomas?

Desconozco todo el contenido de ese expediente. No le puedo decir nada porque tampoco sé si el Ayuntamiento dio la licencia a Riu sin contar con el Cabildo insular.

¿Cree que la Ley de Renovación Turística perjudica tanto a Gran Canaria como dice el presidente del Cabildo?

La Ley Turística no hace tanto daño a Gran Canaria y se pueden pasar apartamentos a hoteles de cuatro sin ningún problema, y también de cinco, ahora bien el problema es que no hay dinero para transformar los apartamentos a ese nivel. Es verdad que la Ley deja un plazo de dos años para que los complejos se adapten, pero es complicado porque no es fácil disponer del dinero. Estamos de acuerdo con la normativa pero es muy complicado obtener financiación, por eso desde la asociación se está mirando la posibilidad de que algunos empresarios puedan acceder a la inversión a través de la banca inglesa o alemana.

¿Es usted familia del presidente del Cabildo? Se lo pregunto por el apellido.

Sí, somos primos.

¿Asistió al acto que organizó Bravo de Laguna en el Paraninfo de la Universidad para presentar su campaña contra la Ley Turística y en defensa de la Isla?

Sí.

¿Y comparte los argumentos del presidente del Cabildo?

Sí. Creo que el presidente del Cabildo está reivindicando muchas cuestiones lógicas para Gran Canaria. Ahora bien, eso no quita que la asociación que presido denuncie que el Patronato de Turismo da las licencias turísticas y luego no va a revisar cómo funcionan esos alojamientos, y también que el Gobierno canario no haya sido capaz de controlar las camas ilegales cuando esas plazas se aprobaron para uso turístico.