El pueblo de Arguineguín vivió ayer con devoción su procesión marítima. El mar entre este puerto y Mogán se convirtió en un escenario por el que transcurrió este tradicional acto festivo-religioso que logró reunir a miles de personas en torno a la imagen de la Virgen del Carmen. De hecho, los festejos en su honor finalizaron con el trayecto hasta Mogán, después de una eucaristía que dio comienzo a las 10.30 horas de la mañana.

Sobre las 11.45 horas, unas campanadas y una breve traca de voladores marcaban la salida de la Virgen de la iglesia. A la vez que la banda de Gran Canaria empezaba a tocar y algunas personas hacían sonar sus bucios, varias señoras se emocionaban cuando se acercaban a tocar la imagen.

Una de ellas era la suegra de Roberto García, vecino de la ciudad de Telde que ya lleva dos años acudiendo a esta cita. "En esta nunca he llegado a embarcarme, pero me parece una tradición muy bonita que considero que se debería mantener, ya que es parte de nuestra cultura. Yo mismo, en la procesión terrestre del otro día, tenía una promesa y la realicé descalzo", confiesa el teldense mientras su suegra seguía con lágrimas en los ojos y sin poder hablar. Mientras tanto, la imagen de la Virgen del Carmen continuaba avanzando hacia el muelle y algunos, desde lo alto, le lanzaban pétalos al trono como si de confeti se tratase.

La patrona alcanzaba a mediodía el altar del puerto, donde se encontraba la otra imagen -pero de dimensiones bastante menores-, y apenas cinco minutos más tarde ya había sido izada a bordo del barco de nombre Bentajuit, preparada para partir.

De este modo, en torno a 80 embarcaciones -barcos, lanchas, motos acuáticas, zódiacs- y cerca de un millar de personas enroladas en ellas se pusieron en marcha para realizar el trayecto, con el paisaje de un espectacular día de verano de fondo. Unos la despedían y otros aprovechaban también para darse un chapuzón a las orillas del muelle.

Francisco González, alcalde de Mogán, resaltó que año tras año se ve más afluencia de gente. "Los marineros viven este acto con mucho fervor y es una procesión que la ven todas las personas que están en las playas del recorrido; el punto culmen es cuando las dos Cármenes se dan el beso al llegar a la cofradía de la playa de Mogán", explicó. Como es tradición, la imagen permanecerá dos semanas en Mogán y luego regresará de nuevo a Arguineguín.