Los treinta grados de calor y el viento procedente del noreste no dieron tregua ayer a la ciudad de Telde, donde los bañistas encontraron en la costa del municipio el lugar ideal para refrescarse de las altas temperaturas y disfrutar del día festivo. Sin el tradicional servicio de alquiler de hamacas, pero con merendero recién inaugurado, la playa de Melenara congregó ayer a una masa de sombrillas, que rehuían del tráfico y los aparcamientos de zona azul.

"Este bochorno no deja muchas más opciones de ocio que la misma playa; o nos remojamos en el agua o morimos de insolación", aseguraban María Santiago y Carlos Ojeda, que con gorra, sombrilla y nevera se desplazaron desde la capital grancanaria a esta cala en busca de una playa sin zona azul de aparcamiento. "La playa de Maspalomas significa gastar dinero solo por aparcar, así que Melenara es una opción más económica", añadió Ojeda.

En busca del chapuzón refrescante también se encontraban Rosario Falcón y Juan Carlos Morales, un matrimonio que cambió la playa de Las Alcaravaneras por Melenara por la limpieza que vislumbran las aguas teldenses. "Huyo de las playas de la ciudad porque son cerradas y ésta me gusta porque es mar abierto y sus corrientes mantienen los fondos transparentes, además, en comparación con las playas del sur, seguro que nos ahorraremos la caravana del regreso", señaló Falcón. Otros que se vinieron a pasar el día desde la ciudad capitalina huyendo del asfalto incandescente fueron José Antonio Santana y su mujer. Matrimonio que, ante la falta del tradicional servicio municipal de alquiler de hamacas, se trajeron sus propias tumbonas. "Es más cómodo que acostarse en la arena y si el ayuntamiento no las pone ya nos encargamos los ciudadanos de traerlas, al menos las mías son gratis y no tienen un horario de uso determinado al día", bromea Santana.

Los que sí se sentían incómodos por la arena y esta ausencia de hamacas fueron Manuel Díaz y su novia Irene, vecinos del barrio de Las Torres, que se aventuraron a pasar el día a la orilla del mar sin hamacas y sin sombrilla pensando que podrían alquilar alguna en la zona. "No entiendo como una playa con bandera azul y tan visitada como ésta no dispone a estas alturas de tal servicio", puntualizó la pareja y añadió "rehuimos de Playa del Inglés por la lejanía pero habrá que volver al sur si queremos disponer de sombrilla sin cargarla".

A escasos metros de la orilla, las instalaciones del merendero, cobijadas a la sombra de los pinares, se convertía en la zona más aclamada por los visitantes. Con pasarelas de madera que comunican la avenida con el mar, en este espacio de recreo celebraba la familia Gil Suárez, con perro incluido, los 58 años de casados de sus patriarcas. "Esto es como tener campo y playa en un mismo entorno, en el que los niños se bañan y los mayores degustamos a la sombrita de un rico salpicón de pulpo casero", aseguró José, hijo de los homenajeados. A su lado, Yazmina Guerra, vecina de Clavellinas, alababa las bondades del lugar, "ya que en vez de estar encerrados en casa con aire acondicionado, este recinto permite sobrevivir al sol al aire libre ". "Solo falta que los usuarios respeten las normas de uso y se mantenga la zona tan limpia como hasta ahora", añadió.

Por otro lado, los restauradores y chiringuitos de la playa de Melenara fueron los principales beneficiarios de las altas temperaturas. Con la venta de helados, agua y cerveza fría los negocios pudieron hacerse su particular agosto durante la jornada de ayer. Las terrazas de los restaurantes como Risco Canario están a rebosar de público que aguardaban turno para hacerse con una mesa.

"Bendito el calor y el día festivo porque, con la crisis, las ocasio- nes como hoy no abundan mucho", apuntó Isaías Santana, que regenta uno de los provisionales chiringuitos de la playa, ya que solo permanecerán abiertos hasta finales de mes, durante las fiestas de Melenara.

Los que no sacaron rentabilidad económica alguna fueron los locales del paseo marítimo, que aún continúan cerrados al público, desde que el pasado mes de julio el Ayuntamiento de Telde adjudicara por concurso público los negocios a empresarios del municipio. Uno de ellos, Antonio Martín, que estará al frente del restaurante ´El rincón de Paqui´, resalta que al menos hasta el próximo mes de septiembre no tendrá lugar la inauguración conjunta de estos establecimientos, ya que entre reformas y limpiezas aún no se han atado los últimos flecos de esta aventura empresarial.

Ya en plena orilla de mar, la mancha que formaban los bañistas cubrían casi la totalidad de sus aguas. Unos con tubo y gafas, otros con colchonetas hinchables y, su gran mayoría , simplemente refrescándose con las olas no dudaron en meterse en el agua, incluso ante la alarma ciudadana desatada en los últimos días por la supuesta presencia de tiburones en la costa del municipio.

"Tiburones hay siempre, lo que pasa es que no los vemos, si pescamos alguno ya tenemos asadero de pescado fresco para toda la semana", bromeó Carlos Moreno, mientras le enseñaba a pescar a su hijo Jordán de 10 años en la explanada del muelle próximo a la estatua del Neptuno. Los pescadores de la zona se enfilaban ya que la mar estaba plana e ideal para un día de pesca, según Moreno. Otros que tampoco se privaron del baño fueron Narayán Arencibia y su grupo de amigos. Esta pandilla de adolescentes, procedente del municipio de Santa Brígida, aseguró que para ellos Melenara queda mucho más cerca en el mapa que Maspalomas. Y en cuanto a los supuestos tiburones peligrosos, solo existen en alta mar o en las películas.