Primeras lluvias en la Isla tras el segundo verano más caluroso del siglo

Las primeras lluvias registradas en la isla tras el segundo verano más caluroso del siglo pusieron ayer un paréntesis al duro estío que ha vivido el archipiélago. La estación estival llega a su fin la próxima semana, pero ya este jueves se constató un cambio en las condiciones meteorológicas tras la aparición de un manto de nubosidad baja en la isla generada como consecuencia de la actividad del huracán Humberto, que sigue situado a más de 3.000 kilómetros al sureste del archipiélago. La capa de nubes, que hoy también podría repetirse, trajo consigo un descenso moderado del mercurio durante las primeras horas del día y el registro de los primeros datos pluviométricos tras un mes, el de agosto, caracterizado por las altas temperaturas.

Así, según los datos recogidos por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), hasta las 19.00 horas de este jueves se habían recogido 6,2 litros en Maspalomas y unos baremos similares tanto en Cruz de Tejeda como en San Mateo. El agua también sorprendió, aunque en menor medida, a los vecinos de la capital y Telde. Sin ser unos números muy llamativos, sí que contribuyó a aminorar la sensación de bochorno. Y es que, con el paso de las horas, la canícula volvió a recuperar protagonismo. El cielo se abrió y en la capital grancanaria se rozaron , a eso de las dos y media de la tarde, los 28 grados centígrados. Este fenómeno se produce tras un mes, el de agosto, que ha sido el más caluroso de todo el siglo a excepción del que se padeció en 2012. Los archivos de la Aemet destacan que la media de la temperatura del pasado mes fue de 24,3 grados, con dos notables episodios cálidos que tuvieron lugar entre los días 12 y 18 y 20 y 24 del mes. En Agüimes, sin ir más lejos, sufrieron 42,1 grados. Todo ello en un periodo en el que los vientos alisios perdieron preponderancia y en el que, por contra, se vivieron noches agradables en la costa.

La tónica para hoy viernes será similar a la de ayer: probabilidad de lluvias débiles en general, temperaturas sin cambios y viento flojo.