Los agricultores y propietarios de la empresa aruquense Leyco, Víctor Pérez y Félix Díaz, felicitan un año más la navidad, y van siete, con un compuesto de lechugas y cogollos plantados en sus cachos de tierra en El Hinojal, en el municipio de Arucas, en un arte que han ido afinando con la práctica.

Sobre casi una fanegada han compuesto para este 2014 un mapa de Gran Canaria en toda regla que, según Víctor Pérez, tiene su aquello para pasarlo del "folio" al surco. Si bien empezaron con unas simples letras de felicitación en el origen de esta nueva ´disciplina´ agrícola festiva, los incondicionales de la postal lechuga ya exigen nuevas formas, nuevos diseños y más variedad de colores y combinaciones: "porque por estas fechas siempre se crean expectativas".

De ahí que en la presente edición hayan tirado de especialista: Sergio Ramírez Garrido, el artista que logró plasmar en toda su escala el mapa insular compuesto por las variedades lollo rosa y hoja de roble para el fondo rojo de la Gran Canaria, y de cogollos de Tudela para la tipografía, todo ello en un entorno de lechuga romana verde con un punto fosforecente.

Para distribuir estas variedades en su justa forma "se tarda su ratito". Y algo más para disfrutarla porque se trata de una obra con categoría de sorpresa. Pérez afirma que una vez plantada a finales de noviembre y principios de diciembre se está al tiento a ver qué sale, dado que "tras la siembra realmente no sabes lo que has hecho".

Es con el paso de los días, con los riegos, con los abonos y con los rayos que vienen del sol cuando esta tarjeta de navidad a la clorofila va cogiendo su fundamento, con la Montaña de Arucas en el lado de poniente como mejor otero para observar el resultado.

O desde helicóptero, que es el vehículo al que recurren, "gracias a la colaboración de Islas Helicóptero" Víctor y Félix en los últimos años para obtener una serie de imágenes que luego plasman en una tirada de 1.500 almanaques que reparten entre clientes, amigos y parentela.

También se puede disfrutar perfectamente desde la carretera anexa que conduce desde Bañaderos a Arucas, en un tramo en el que "la gente afloja el paso" para echarle un vistazo. En cualquier caso a partir de este fin de semana la monumental obra comenzará a ser degustada, desde que entre en la cadena de distribución de la Cooperativa Agrícola del Norte a través de Mercalaspalmas.

Cualquier isleño de Gran Canaria, Lanzarote o Fuerteventura podrá comerse sin saberlo parte de la que es una de las mayores felicitaciones de esta banda del Atlántico y que responde, según los dos amigos a "un homenaje a todos los canarios, pero especialmente a los agricultores".

También la historia de Félix y Víctor tiene una miga proporcional al invento. Hijos y nietos de labradores comenzaron desde muy jóvenes como peones agrícolas en su origen para luego asociarse y tomar en arriendo y en propiedad varias parcelas casi todas ellas ubicadas en Arucas.

"Oh. Al principio éramos nosotros dos solos más otro par de trabajadores, principalmente a la lechuga". Doce años después su empresa emplea a 17 personas, dispone de una flota de tres tractores y varios camiones para menear al año 60.700 unidades de todas las variedades de lechuga, que junto con sus producciones de papas, zanahorias y coles arrojan en la báscula anual 1.300.000 kilos de delicias de la tierra.

Una alegría

Pero aún hay más, porque a las 22 fanegadas que destinan a la hortaliza hay que agregar otras 20 fanegas de plataneras, combinando un interminable trasiego de sacho, comercialización y administración. Un tinglado que les obliga a jornadas de hasta 19 horas diarias, a madrugadas a la una de la mañana rumbo a Mercalaspalmas para dormir a trompicones.

"A veces dos horas me acuesto un rato. Otras cinco, y luego otro rato", explica Víctor a las tres y cinco de la tarde tras 14 horas en vela y así tan fresco: "Uno se va a acostumbrando", dice.

Con todo aún les queda fuelle para ponerse a componer venturas. "Hombre, es que es una forma de dar una alegría, y no oír los mismos guineos todo el rato".