Las sirenas de los yates del puerto deportivo de Pasito Blanco, en el sur de Gran Canaria, despidieron ayer al neoyorquino Victor Mooney, en su tercer intento de cruzar el Atlántico a remo hasta su ciudad, para colaborar con dos causas humanitarias.

Este vecino de Queens pretende apoyar con su desafío deportivo la lucha contra el sida, la enfermedad que mató a uno de sus hermanos y que afecta a otro, y también apoyar el memorial de la ONU en Nueva York sobre el tráfico de barcos transatlánticos de esclavos.

Durante su estancia de un mes en Gran Canaria, Mooney se ha reunido con varios embajadores y cónsules para explicarles sus planes, mientras aprovisionaba su bote con los sistemas eléctricos y víveres necesarios para una travesía que realiza en solitario.

Este aventurero neoyorquino llegó a la isla en avión y su embarcación, el Spirit of Malabo, en un contenedor especial, con el fin de emprender su tercer intento de cruzar el océano.

Durante estos días se ha mostrado muy familiar con los miembros del puerto deportivo, que le despidieron visiblemente emocionado cuando un remolcador lo alejó a dos millas de tierra, para iniciar la proeza hasta las Islas Vírgenes, desde donde tiene previsto luego zarpar en la misma embarcación hacia Miami y Nueva York.

El remero se hizo hoy a la mar tras recibir los consejos del control de meteorología de Nueva York y contando con aprovechar las corrientes marinas para tomar el rumbo adecuado hacia el Caribe, en una travesía que le llevará unos 90 días.

La embarcación en la que viaja fue diseñada en Brasil y está dotada de todos los elementos necesarios para navegar por el océano. Dispone de compartimentos y la parte central está adaptada para remar.

El director de Pasito Blanco, Francisco Torres, explica que este puerto deportivo acoge cada año a numerosos remeros que parten desde este punto por la posición estratégica que tiene en el sur de Canarias: está protegido de los vientos del fuertes del norte y conectado a las corrientes del océano Atlántico hasta el Caribe.

"Acogemos a todo tipo de aventureros", señaló, "como a Victor, a quien hemos ofrecido comunicación directa con su país".