La Aldea quiere cambiar su imagen. El Ayuntamiento pretende llevar a cabo un proyecto para erradicar los plásticos de los muchos invernaderos que están inactivos por la crisis agrícola y otros elementos que afean al pueblo, dentro de un plan global de intervención del paisaje.

El valle de la Aldea se ha convertido en un mar de fincas agrícolas ocultas por los plásticos, rodeado de unas montañas áridas casi todo el año por el calor del lugar y la falta de elemento verdes que generen un mayor atractivo a la vista de los visitantes. La intención de sus responsables municipales es transformar toda ese panorama, con medidas que requieren la colaboración de los vecinos.

La principal intervención consistirá en la retirada de los plásticos de los cultivos que están sin plantar, ya que no sólo han dejado de tener utilidad sino que suponen un fuerte impacto. El alcalde, José Miguel Rodríguez, admite que para conseguir este objetivo debe contar con el apoyo de los dueños, ya que se trata de propiedades privadas. En este caso, autorizando los trabajos, ya que entiende que si abandonaron esa actividad era precisamente porque no era en ese momento económicamente sostenible.

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