El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana mantiene cerradas al baño las piscinas naturales y la playa de El Castillo de El Romeral y del Águila hasta que Sanidad emita un informe favorable del análisis de las aguas, que han estado contaminadas hasta ayer con varias manchas de fuel. Mientras, una cuadrilla de operarios municipales retiraba ayer los charcos de alquitrán en el litoral afectado. Salvamento Marítimo y el Seprona tratan de averiguar el origen del vertido.

La reapertura al baño de las piscinas naturales y playas de El Castillo del Romeral y del Águila depende de la valoración que emitan los técnicos de Sanidad del municipio junto con los del Gobierno de Canarias y la facultad de Ciencias del Mar de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. En los laboratorios de ambas entidades públicas se analizan estos días muestras de agua de las zonas afectadas por el vertido, con el fin de calibrar el impacto de la sustancia química respecto a los bañistas.

En plena promoción turística de Semana Santa, el Ayuntamiento se ha puesto manos a la obra y ha retirado prácticamente la totalidad de los charcos de piche que flotaban en las inmediaciones de las piscinas naturales de Castillo del Romeral y Playa del Águila. Una brigada de la empresa Urbaser trabajó ayer a destajo, con ayuda de maquinaria y productos absorbentes, para eliminar la masa ennegrecida incrustada en las piedras y arena que había alcanzado el vertido. Una vez extraído el alquitrán, los operarios retornarán el material natural a las playas.

Mientras el consistorio permanece a la espera de la autorización de Sanidad para levantar el precinto en ambas calas, el Seprona de la Guardia Civil y Salvamento Marítimo investigan la causa del vertido. Ambas instituciones sostienen desde hace dos días dos hipótesis, que podrían justificar la aparición de las manchas de fuel. Por un lado, se mantiene la teoría de que el origen del fuel proviene del pesquero surcoreano Goldenlake 38, hundido el pasado fin de semana en el puerto de Arinaga. Y, por otro lado, la probabilidad de que algún barco que navegue entre Fuerteventura y Gran Canaria haya limpiado sus motores por la zona y haya arrojado a la mar tremenda sustancia química. Tanto Salvamento Marítimo como la Guardia Civil no desechan ninguna de las dos hipótesis y continúan recogiendo muestras para su posterior análisis. Lo que sí descartan es la existencia de más restos de alquitrán en alta mar, ya que el Salvamar Menkalinan y el helicóptero Helimer 210 solo han avistado algunas galletas de fuel en los últimos días cerca de la costa tirajanera y ninguna otra mancha sospechosa.

Un tercera hipótesis de que los residuos podrían haberse originado desde tierra, cerca de Tarajalillo, podría sumarse a las dos teorías anteriores. Sin embargo, las autoridades advierten de que aún es temprano para vaticinar conclusiones.

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