Rebelión en la granja. Los ganaderos de pequeños animales se plantan contra la discriminación que sufren en el reparto de premios en las ferias de los pueblos. El colectivo critica de forma particular a los ayuntamientos del Norte y Centro de Gran Canaria, y apunta como comparativa que en las diez celebraciones más representativas celebradas este año se otorgaron 511 premios por importe de 30.904 euros al ganado vacuno, y apenas 255 a los ejemplares de cabras y ovejas, con una gratificación económica de 9.155 euros. "No queremos que les quiten a ellos, pero creemos que es justo que se nos den un trato similar", según uno de los afectados, Andrés Rodríguez.

Lotes de alimentos para animales que se anuncian y no se reparten, premios económicos que se entregan con semanas y hasta meses de retraso, cantidades ridículas y muy dispares entre las cabezas de ganado participantes, quejas por la elección de unos pocos veterinarios para la valoración por lo que creen que resta imparcialidad, cantidades en premios en algunos casos inferiores a las subvenciones que reciben para este tipo de eventos por parte del Cabildo de Gran Canaria...

Los ganaderos han llegado al límite y se proponen emprender un plante general en los lugares donde sufren este trato, que consideran injusto, hasta que no se resuelva el problema.

El mismo trabajo

De momento, ya se han sentado con el consejero de Agricultura, Francisco Santana, para expresarle el listado de reclamaciones, quien se ha comprometido a sentarse con los responsables de los ayuntamientos y del sector para tratar de calmar esta sublevación, que puede dejar casi desangeladas muchas de las próximas ferias ganaderas de la Isla.

"Este es un problema que se repite en el Norte y en el Centro, ya que eso no pasa en el Sur y Sureste, donde se pagan los premios al momento y las cantidades son más equitativos", matiza Andrés Rodríguez.

Los ganaderos vienen sufriendo esta situación hace casi tres años, y ya lanzaron en su momento en San Mateo una primera advertencia. Pero la falta de acuerdo impidió un parón general. Pero la situación se ha agravado ahora, y ya hubo un amotinamiento en Valsequillo, San Mateo y Valleseco este año.

Los ejemplo reales con los programas de festejos en la mano son muchos. En Gáldar se entregó 12 euros al mejor macho cabrío, por los 108 del mejor toro del país. Y, además, hasta el quinto clasificado se llevó 36 euros. En Moya se dio 120 euros a la mejor vaca y 40 a la cabra. "No queremos que les quiten, pero es mucha discriminación". Y cuando se les cuestiona que el coste de mantenimiento de uno de estos grandes animales es mayor, alegan que un dueño de vacunos puede llevarse una gran suma de dinero que costea el traslado del camión con solo dos animales premiados, mientras ellos pueden transportar unas 24 cabezas, "con el trabajo de sacarlos del corral, ponerles cuerdas y subirlos al vehículos", y llevarse una cantidad muy inferior.

Los ganaderos han hecho un balance en Valsequillo, Tejeda, San Mateo, Valleseco, Moya, Gáldar, Firgas y su barrio de La Caldera, Arucas, Teror y Jinámar (Telde), aunque en este último caso parece que se va a corregir en la próxima fiesta. Y el balance es muy representativo. Por citar casos, los dueños de vacas ingresaron 4.960 euros en San Mateo, por 624 de las cabras y ovejas. O los 3.440 euros de Valleseco, con 565 euros de las cabezas de ganado más pequeñas. El ganado vacuno se repartió en términos globales en diez municipios y un barrio de Firgas 511 premios con un valor económico de 30.904 euros, por los 255 del ganado caprino, con una cuantía de 9.155 euros, sin contar los caballos, que no siempre están en los carteles. Es decir, bastante menos de la mitad, pese a ser más numeroso en cabezas.

A pesar de este trato desigual, el sector cree que la feria de Teror es la que mejor trato le dan, superando incluso a la fiesta insular del Cabildo que se celebra en la Granja y que, a su juicio, ha venido en los últimos años perdiendo protagonismo e interés.

Gran parte del dinero que reparten los ayuntamientos en las ferias proviene de la consejería insular de Agricultura y Ganadería, que ellos estiman en unos 150.000 euros cada año, por lo cual cada municipio recibe una media de casi 7.000 euros. Una cantidad, añaden, que en muchas ocasiones dista mucho del dinero real que se distribuye en premios.

"La feria no es sólo el premio económico, sino también los lotes de alimentos y las rifas, que permiten mantener el ganado. Muchos, sin eso, no mantendrían los animales. Para muchos es un medio de vida, que también sirve como actividad económica", señalan.

Las ferias reúnen a cerca de 160 ganaderos de toda Gran Canaria. En Guía no se celebra este tipo de espectáculos, y en Telde se ha reducido sus eventos en los barrios. "Mientras esto no cambie, no vamos a ir más a estas ferias", añaden.