Tres monjas de la congregación Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl de Arrecife salían apresuradas cerca del mediodía de ayer del cementerio de San Román, en Arrecife. "Aquí está sepultada una de nuestras hermanas y hemos venido a rezarle", relató una de ellas, quien evitó dar su nombre, después de apuntar que es "la piedad popular la que une estos dos días, el de Todos los Santos y el de los Difuntos".

Ambas jornadas están presididas por el recuerdo de los seres queridos y el enramado de las tumbas. Pero en el camposanto también caben otras historias, como la del escultor lanzaroteño Pancho Lasso, que en los años cuarenta realizó dos obras, encargadas por su familia para el panteón familiar, "petición que no le hizo mucha gracia, pero que acabó aceptando", aseguró Alberto Lasso, sobrino del artista. Precisó que "para estos trabajos empleó piedra de Tindaya".

Una de las esculturas representa a la madre de Pancho, Rosalía Morales, y la otra a su hermana Juana. Ambas creaciones estuvieron en el antiguo cementerio de Arrecife, próximo a donde está hoy el Cabildo y se trasladaron a San Román cuando se inauguraron esas instalaciones.

La gente que conoce la trayectoria de Pancho Lasso, quien está enterrado en Madrid, donde murió en 1973 y formó parte del proyecto creativo de la Escuela de Vallecas, "se acerca por aquí a conocer su obra y también por el cementerio de San Bartolomé, donde existe otra escultura de carácter funerario, perteneciente a la familia Ferrer", aseguró Alberto sin perder de vista las creaciones de su pariente.

San Román congrega cada primero de noviembre a la familia gitana Santiago Carmona con miembros que residen en Lanzarote, además de los que se desplazan desde las islas de Gran Canaria, Fuerteventura y Tenerife.

En el panteón están enterrados el padre del patriarca Rafael Santiago, Diego; su madre, María; su abuela, Dolores; y sus hermanos Juan y Francisco. "Para nosotros este fecha es muy señalada y acostumbramos a estar todo el día juntos y al lado de nuestros seres queridos que ya no están aquí, pues están con Dios, que es donde tienen que estar", afirmó Rafael.

La abundancia de flores en la tumba es otra de las tradiciones, "cuanto más y más bonitas mejor", aseveró Remedios.

En la entrada de San Román el vendedor Marcelo Rodríguez tenía a la venta el número de lotería de Navidad del que no se desprende "desde hace veinte años: el 61.313. Es una combinación que le gusta a la gente y me piden expresamente la terminación en 13, que se vende en cualquier sitio, incluido el cementerio".

Fernando Gómez es el encargado de la Funeraria Alianza Canaria en Lanzarote. Destacó que "el 25% de los servicios que prestamos son incineraciones, sobre todo de gente joven y extranjeros, un porcentaje que va en aumento". Por "2.500 euros se puede financiar un entierro tradicional o en el crematorio", dijo Fernando.