"El pueblo aborigen de Gran Canaria conocía la existencia de los años bisiestos igual que los aztecas mayas y los egipcios, muchísimos siglos antes de que se fijara el calendario gregoriano en el siglo XVI". Así lo afirma Luis García Correa y Gómez, basándose en los conocimientos que los guanches tenían de que cada cuatro años había un día más. "Esa sabiduría se refleja en la Cueva Caída, que muestra los conocimientos que tenían los antepasados sobre los equinoccios y solsticios. Y el grado de cultura de los grancanarios era tanto que en algunos aspectos era superior a los que llegaron a la Isla a conquistarnos, por eso convivieron a un mismo nivel". Antonio Quintana