La Policía Local de Agaete denuncia el progresivo desmantelamiento del cuerpo que, a su juicio, está ejecutando el Ayuntamiento de la villa desde el año 2009, fecha en la que contaba con 13 agentes, cinco menos de los que quedan hoy.

Según el Sindicato Unión Sindical Obrera, USO, la reducción de la plantilla comienza cuando en ese año de 2009 tres efectivos piden traslado a otros municipios, añadiéndose dos más en 2011 sin que esas plazas hayan sido ocupadas hasta la actualidad.

A esa merma, que también denuncia el sindicato UGT, hay que añadir cuando, también en 2009, el alcalde designa a un agente las labores de chófer con exclusividad, fuera del cuadrante de servicios del resto de policías, a pesar de que el presidente de la Corporación conocía las carencias y "no necesita de escolta personal y su seguridad en cualquier acto es cubierta por nuestros agentes o por los efectivos de la Guardia Civil".

A todas estas 'bajas' hay que añadir otra más en 2013, cuando el alcalde, Antonio Calcines, "autoriza a un policía más una comisión de servicios, comisión que hace que este agente desempeñe sus funciones en otros municipios".

"Si a ello", continúa USO, "le sumamos las bajas médicas, las libranzas, los permisos por vacaciones y los asuntos personales, entre otras incidencias, nos vemos que la gran mayoría de los turnos están siendo cubiertos por un único agente para todo el municipio".

Según el representante sindical, estos números no cumplen "ni de lejos la ratio establecida por las Normas Marcos para las policías locales de Canarias, donde se establece de un 1,8 policía por cada mil habitantes", dado que Agaete tiene un censo de unas 5.600 personas.

Por todos estos motivos, ambos sindicatos, según informaban ayer, estudian medidas para emprender diversas movilizaciones y protestas, al entender que el Ayuntamiento "no está respetando ni los derechos de los agentes ni de los ciudadanos, ya que no se le está dando la debida seguridad al municipio, con servicios la mayoría de las veces realizados de forma unipersonal, con lo que ello conlleva de precariedad para los propios agentes, a los que además se niega el librar los fines de semana, festivos, asuntos propios o las vacaciones de diciembre".