La primera piedra se colocó en 2008, pero la obra todavía está a medio hacer quedando, tras años de abandono, como un gran 'mamotreto'. El Ayuntamiento de Firgas ha decidido reactivar el proyecto de construcción de la plaza de Lomo El Pino con sus zonas ajardinadas, y almacenes municipales en la zona inferior, con una inversión de 278.390 euros aportados por la Consejería de Cooperación Institucional del Cabildo de Gran Canaria. El proyecto descarta de momento que se acondicione como aparcamientos para residentes por la falta de demanda, además de la zona comercial prevista en la idea original.

El alcalde de Firgas, Jaime Hernández, denunció durante años en la oposición el estado de abandono en el que se encontraba este enorme inmueble, donde se proyectaba en plena expansión urbanística un garaje público para 52 vehículos, locales comerciales y en su planta superior una gran zona de esparcimiento. Ahora el alcalde ha conseguido los fondos para acabar con la mala imagen que genera este inmueble, que quedó definitivamente abandonado en octubre de 2012, tras numerosos contratiempos en su construcción.

Sin aparcamientos

El proyecto inicial a través del Plan insular de Cooperación costaba 1,24 millones, que ahora se ha reducido en esta nueva fase de trabajos, porque las intenciones son más modestas. La actuación contempla terminar todo el exterior del edificio, acondicionar todas las fachadas y su mejora estética, además de la ejecución de aceras en su perímetro y la culminación de la plaza en la parte alta del inmueble, donde está previsto un parque infantil que pueda ser útil para los muchos vecinos que residen en el barrio y su entorno.

Jaime Hernández pretende aprovechar la zona baja para abrir unos almacenes municipales, ya que los estudios de demanda desaconsejan los aparcamientos públicos. Además, se descarta el espacio comercial. Sobre todo, ahora que el polideportivo situado en las inmediaciones acogerá un bazar que atenderá la demanda de los deportistas y de los estudiantes del instituto.

El alcalde señala que en estos momentos era inviable que se pudieran vender las 52 plazas de aparcamientos proyectados a los vecinos. Además, del coste añadido que eso supondría para su terminación.