La Heredad Acequia Real de Aguatona de Ingenio, presidida por Antonio García, ha decidido digitalizar este año todos sus documentos y los que tiene el Ayuntamiento justo cuando hace 510 años de su creación. Además, también la directiva de la Heredad espera que los socios de la heredad aporten los materiales relacionados con el agua para que quien quiera pueda acceder a todos los documentos existentes.

Así lo expresó Jesús Sánchez Romero, quien ha escrito, junto con Vicente Rodríguez Romero, el libro La carrera del agua, en el que se narra las vivencias de los repartidores y regantes de Ingenio. "En Ingenio desde principios del siglo XVI y hasta finales del siglo XX el oro que daba la vida a la tierra en forma de líquido elemento provenía del barranco de Guayadeque y era controlado desde la casa de la Heredad", apunta Vicente Rodríguez.

A modo de "cuento sencillo y tierno, Jesús Sánchez ha plasmado con maestría momentos trascendentales de la vida de nuestra gente", añade Rodríguez. Este libro fue presentado durante el pregón de las fiestas de Nuestra Señora de la Candelaria y sus ideas centrales convertidas en una canción de la agrupación folclórica Tabaiba bajo el mismo nombre La carrera del agua.

Jesús Sánchez señaló ayer que los 2.000 ejemplares editados se están repartiendo por los centros educativos del municipio "para que los niños y adolescentes sepan cómo vivían y valoraban el agua nuestros antepasados".

"La Heredad Acequia Real de Aguatona con sus 510 años de existencia es una de las instituciones más antiguas de Ingenio y importante recordarlo porque, además del riego de los cultivo con una red de acequias y medio centenar de cantoneras, los molinos de azúcar y los del gofio se movían con el agua del barranco de Guayadeque". Para Jesús Sánchez, la sociedad "cuenta en la actualidad con mil herederos y es bueno incluso rendir un homenaje a esta institución justo cuando celebramos el 200 aniversario de la fundación de la parroquia de Ingenio y el próximo año los 200 años de la creación de Ingenio".

Tal entidad junto con la heredad Santa María y Los Parrales de Agüimes se han repartido el agua que ha manado de los manantiales del barranco de Guayadeque, que en sus mejores momentos daban 40,5 litros y medio por segundo. "El agua ha venido a menos, pero mezclada con el agua desalada de la Mancomunidad ayuda a mantener muchas huertas vivas".

La casa de la Heredad tiene su sede en el barrio de Los Molinillos. "Allí se controlaba el oro que daba la vida a la tierra en forma de líquido elemento que fluía límpido Barranco de Guayadeque abajo entre cañas y ñamiras, una parte para Agüimes y tres para Ingenio y el hilo del pueblo para la villa episcopal", según reza el escrito, en el que se indica que "en el centro de la pared del fondo, el reloj, papá reloj de la Heredad. De péndulo, con cuerda recargable, de dos metros de altura, lleva marcado los minutos, los cuartos, las medias y las horas". En el municipio también existió la Heredad de Carrizal en la parte baja del barranco de Guayadeque.