Mientras otros municipios de la Isla agonizan para pagar las facturas a sus proveedores, San Bartolomé de Tirajana puede presumir de haber liquidado una deuda de 32 millones de euros en los últimos cuatro años y disponer de cerca de 140 millones de euros en los bancos, aunque Hacienda solo le permita gastar 74 millones en servicios esenciales.

El alcalde Marco Aurelio Pérez aseguró ayer en rueda de prensa que el Ayuntamiento que dirige tiene liquidez suficiente en los bancos como para hacer frente al presupuesto municipal de dos años por adelantado.

Esta situación de "tranquilidad" económica de la que goza el municipio se debe principalmente, según el mandatario, a que la corporación ha logrado saldar un préstamo de 32 millones de euros que acarreaba desde 2010 con los bancos además de los más de 15 millones que debía a proveedores del Ayuntamiento.

A fecha de hoy "el Ayuntamiento no debe nada a los bancos. Solo un préstamo de 307.000 euros que solicitó el Cabildo en su momento y que repercute en las administraciones locales de manera indirecta", explicó Pérez, en el balance económico de su mandato.

El munícipe, licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales, ofreció una radiografía de las cuentas de la entidad local al detalle con diagnóstico "saneado" y aclaró que de los 66 millones de presupuesto prorrogado con los que partió en 2011 el municipio ha incrementado su presupuesto para este año en ocho millones de euros. Este incremento de capacidad de gasto que ha experimentado el consistorio en los últimos años se debe a una "amortización del dinero que antes se dedicaba a pagar las facturas de los intereses bancarios", que en cambio ahora "se destina a actividades culturales en los barrios", señaló el alcalde.

En la actualidad "los trabajadores municipales cobran sus nóminas" de manera religiosa y la partida de ayuda de emergencia social ha aumentado en 34.000 euros con respecto a 2010.

Asimismo, Pérez añadió que el capítulo de las inversiones ha aumentado en más de 10 millones de euros en los últimos dos años, destinados a cubrir las necesidades de saneamiento, alumbrado y otros servicios básicos en los pueblos de Tirajana.

Con un superávit de 140 millones de euros, el consistorio solo puede sacar del banco 74 millones para mejorar sus infraestructuras, debido "al techo de gastos que impone el Ministerio de Hacienda" a los Ayuntamientos.