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Agüimes

Cerpa narra la dignidad de Temisas

El primer párroco del Caserío Canario inició el proyecto de desarrollo comunitario con sus 200 vecinos

Antonio Morales, Antonio Cerpa y Miguel Jiménez, anoche en Temisas. LP/DLP

Más de un centenar de vecinos de Temisas asistieron ayer a la presentación del libro La dignidad conquistada, de Antonio Cerpa, primer párroco de la localidad, que recoge la lucha de ese pago sureño durante los últimos años de la Dictadura. Editado por Beginbook, con la colaboración del Ayuntamiento de Agüimes, "es un documento de incalculable valor que incluye un DVD con las imágenes de vídeo grabadas en súper 8 entre 1969 y 1971, donde se reflejan las vivencias narradas en el libro", resaltó el presidente de la Asociación de Vecinos, Miguel Jiménez.

Antonio Cerpa Santana, que actualmente reside en Madrid, fue sacerdote con 24 años y su primer y único destino en 1968 fue Temisas, un barrio que por entonces estaba totalmente desfragmentado y que él intentó cambiar por todos los medios, hasta el punto de costarle su expulsión del sacerdocio por orden del gobernador civil y del obispo de entonces, José Antonio Infantes Florido. "Con una ilusión tremenda y sin ninguna idea de tipo político o social, quería ayudar a la gente, para eso me hice cura, y descubrí injusticias que yo ni siquiera sabía que existían", recordó.

En Temisas ejerció durante tres años, antes de ser expulsado por el Obispado. Vivía en una casita al lado de la iglesia y daba clase en el instituto de Agüimes, en una época muy difícil. Desde que llegó a Temisas quiso mejorar las cosas, que el pueblo se movilizara a base de convencimiento. Él consideraba que había un abandono absoluto por parte de las autoridades y de la propia gente del pueblo.

En ese tiempo en Temisas no había electricidad, ni agua, los niños no iban al instituto, ni médicos, ni carreteras. "El pueblo debía recuperar su dignidad", ése era el objetivo para el entonces cura. Los vecinos del Caserío Canario ganaron en autoestima.

El alcalde, Antonio Morales, indicó que "47 años después de que un cura joven fuera destinado como párroco a Temisas a salvar almas, sin saber que terminaría salvando dignidades y sentimientos profundamente solidarios, ve la luz este librito narrado en primera persona por aquel ser que, a modo de director de orquesta, logró componer, con la participación de los hombres y mujeres del barrio, una sintonía de ilusiones, alientos y esfuerzos compartidos".

Por su parte, el presidente vecinal, Miguel Jiménez, recordó que los servicios de finales de la década de 1960 "eran mínimos y la comunicación de Temisas con Agüimes y el resto de la Isla era precaria, una marginación absoluta".

"Pero con Antonio se obró el milagro. Los hombres y las mujeres, los niños y los ancianos, tomaron conciencia de que era, sobre todo, personas", añadió Jiménez, quien destacó que párroco "involucró a todos en la tarea de pensar, de creerse que eran hombres y mujeres libres, con obligaciones, pero también con derechos; obligaciones que había que cumplir; derechos que había que reivindicar, y en muchos casos exigir".

La dignidad conquistada, Memoria de una lucha contra el abandono y las injusticias, fue presentado por el autor en la Asociación de Vecinos Caserío Canario. Estuvo acompañado por 120 vecinos, muchos de ellos protagonistas de la lucha de aquellos años.

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