Los cuatro partidos que reemplazarán al PSOE al frente del Ayuntamiento de Teror tras veinticuatro años de mayoría absoluta han prometido este viernes estabilidad en la corporación grancanaria, cuya alcaldía se turnarán NC y PP ocupándola medio mandato cada uno de esos partidos.

Esa alternancia en la alcaldía, que ocupará primero durante dos años Isabel Guerra, cabeza de lista de NC, para sucederle luego José Luis Báez, del PP, al frente de partidos que consiguieron en las elecciones dos concejales el primero y seis el segundo y con el apoyo de Coalición Canaria y Alternativa por Teror, con un edil cada uno, contribuirá a esa estabilidad, según han asegurado.

Puesto que dicho reparto de la máxima autoridad municipal refuerza el compromiso de uno y otro grupo con el gobierno local, han sostenido Guerra y Báez.

Subrayando la primera que no es previsible que haya problemas para efectuar el relevo en la alcaldía ya que este se ha decidido merced a "la generosidad del PP", que no ha dudado en ceder el puesto durante la mitad del mandato a una fuerza con muchos menos concejales en aras de aportar "salud democrática al municipio".

La llegada de "savia nueva" al gobierno local es el elemento que aportará esa salud a Teror, donde la futura alcaldesa, que mañana tomará posesión del cargo conforme a lo acordado entre los partidos firmantes del pacto, ha insistido en que era necesario el relevo del PSOE al frente del Ayuntamiento.

Porque el hecho de que "los mismos estén tanto tiempo gobernando hacen que se crean que la finca es de ellos, y eso no es bueno", ha argumentado.

Sus palabras han sido respaldadas por José Luis Báez, que ha declarado que "en Teror era necesaria una alternativa" y que esta solo podía plasmarse con la entrada al gobierno de nuevos partidos "que venían con ganas".

Esa tesis es la que ha determinado que el PP haya descartado la posibilidad de cerrar un pacto con el PSOE que se barajó tras las elecciones del 24 de mayo, al contar cada uno de esos partidos con seis concejales que habrían sumado una amplia mayoría en un ayuntamiento cuyo pleno está integrado por diecisiete ediles, ha expuesto.

"El cambio, en este caso, no era el PSOE", ha sostenido, ya que, según ha afirmado, ese partido es el responsable de los problemas y las carencias que ha acumulado la localidad en las últimas décadas, en las que "ha perdido peso" en el contexto de Gran Canaria en favor de otros municipios.

Prueba de ello es, según ha dicho, el avance de pueblos cercanos como San Mateo o Valleseco, que han desbancado a Teror como centro de atracción de visitantes al superar sus mercados, restaurantes y comercios a los de la villa a consecuencia de decisiones del gobierno socialista como la de "poner una valla en la entrada los fines de semana", haciendo que el público se desvíe a otros lugares.

En lugar de ello, Báez ha señalado que su equipo apostará por crear nuevos aparcamientos para resolver los problemas de saturación de tráfico que se trataban de evitar con la referida valla.

Y ha añadido que esa es solo una de las medidas que han consensuado los partidos que gobernarán en Teror, que también proyectan potenciar el comercio para revertir una coyuntura en la que "se han cerrado muchas tiendas", en el marco de una tendencia que conducía que se convirtiera en "un pueblo dormitorio".

Esas y otras medidas han de conducir al "cambio", la meta fundamental por la que han dicho apostar los representantes de las cuatro fuerzas que sustentan el pacto, y que Isabel Guerra ha definido como el propósito de "dar un vuelco importante al municipio".