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Tejeda

Fallece Luis Quintín González, el cura futbolero de Tejeda

El sacerdote era Hijo Predilecto y tenía una calle en su honor porque realizó múltiples buenas obras

Fallece Luis Quintín González, el cura futbolero de Tejeda

"Era una persona muy querida, que hacía una labor muy sorda, porque era de dejar los hechos consumados". El alcalde de Tejeda, Francisco Perera, lamentaba con un hondo pesar el fallecimiento en la noche del jueves a los 86 años del sacerdote jubilado e Hijo Predilecto del municipio, Luis Quintín González Hernández (1928-2015). Su cuerpo permanece en el tanatorio de Tejeda, desde donde partirá a las 15 horas hasta la iglesia de Nuestra Señora del Socorro, celebrándose la misa una hora después, antes de darle sepultura en el cementerio. Don Luis, como era conocido, mostró también su gran afición al fútbol y su apoyo incondicional a la Unión Deportiva Las Palmas.

"Muchos curas habían pasado antes que él, y nadie había arreglado el tejado de la iglesia. Pero en una ocasión don Luis entró en mi despacho cuando yo estaba de funcionario, y me preguntó: 'aquello es la iglesia', al ver cómo esta-ba. Le dije que sí. Y no dijo más, pero en tres meses ya la tenía arreglada, sin que nadie se diera cuenta, con la ayuda de algún vecino. Luego decía que eran dos palos que había que arreglar, y con poco dinero lo hizo". Francisco Perera realza sin tapujos la labor del párroco emérito del pueblo. Esta es la razón, dice, por la que se le dio nombre a una avenida, y se le puso una placa destacando su buenhacer. En ella se puede leer: "Los vecinos y feligreses de Tejeda al reverendo D. Luis González Hernández presbítero, cura párroco de este lugar e Hijo Predilecto de nuestro municipio. En reconocimiento y agradecimiento a la labor realizada en lo humano, en lo social, en lo cultural y especialmente a su trabajo pastoral por los barrios y pueblo de Tejeda. Octubre 1977-noviembre 2008". Ese es el periodo que ejerció en el pueblo.

Además de Tejeda, el cura pasó por distintas parroquias. Estuvo dos décadas en Mogán, siendo uno de los más longevos al frente del templo; 16 años en San Bartolomé de Tirajana, y periodos más corto en Arbejales, en Teror; y en La Isleta, en Las Palmas de Gran Canaria, entre otros rincones,.

La intención del Ayuntamiento era velar su cuerpo en la iglesia de Tejeda tras su muerte, pero el alcalde aclara que fue imposible, ya que una reciente normativa exige para ello acceder a una autorización expresa, además de cumplir con una serie de exigencias para el mantenimiento del cuerpo en buenas condiciones. De ahí que se colocara en el velatorio, para que los vecinos puedan despedirse de él.

Entre las muchas anécdotas de su vida, Perera rememora que la parroquia heredó hace muchas décadas la Finca del Curato, pero que el agua del naciente de Piedra del Molino había dejado de llegar hace mucho tiempo por problemas en las canalizaciones. A pesar de las dificultades económicas, el sacerdote se empeñó y terminó por colocar nueves tuberías. "Hoy la finca se está cultivadando", según el regidor, que habla también de que arregló la casa en ruinas y construyó un estanque.

Don Luis dio muestras de su gran pasión por el fúbol. En el año 2005 recaudó 6.000 euros para ayudar a Las Palmas, que entonces pasado una de las etapas más difíciles de su historia, llegando a sentarse en el palco de autoridades. Y cada fin de semana iba con un pequeño coche hasta de Mogán para ver a su equipo del alma. "De pequeño jugaba con una pelotra de trapo", según el alcalde. Además de ser seguidor de la Unión Deportiva, lo era del Barcelona. Un vecino recordaba hace cuatro años que "un día le dijo de broma a un niño que no iba a hacer la primera comunión porque era del Real Madrid. Está siempre de buen humor, a pesar de los achaques de la edad".

Además, logró de la mano del Ayuntamiento que el Cabildo cambiara el techo de la iglesia por el actual, cuyo peso estaban amenazando las paredes. Y también que algunos empresarios locales financiaran los tres retablos principales.

La Corporación decidió en 2011 ponerle su nombre a la avenida, que entonces estaba dedicada al tenor grancanario Alfredo Kraus. No es un lugar cualquiera, ya que nació y vivió a poco metros de esa céntrica vía. "No me esperaba que viniera tanta gente por la simple inauguración de una calle", señaló entonces el Hijo predilecto de Tejeda. En aquel acto se destacó que el párroco "se ha granjeado el afecto y respeto de los vecinos. Su trabajo incansable, su sencillez y buen trato, así como las incontables mejoras logradas para el templo parroquial, quedan vinculados al gratísimo recuerdo y el afecto que para él tienen los feligreses del municipio".

Luis González seguía viviendo en su pueblo. El jueves se sintió fatigado. Fue trasladado el Hospital Dr. Negrín, donde fallecía a las 23.05 horas del jueves. El 31 de octubre, día de San Luis Gonzaga, iba a cumplir 87 años.

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