El obispo de la Diócesis de Canarias, Francisco Cases Andreu, ha pedido hoy en la Basílica de Nuestra Señora del Pino, en Teror, que la "enriquecida y segura" Europa sea una comunidad "generosamente abierta" y que se abran sus vallas y muros para los refugiados que están tocando a sus puertas.

El obispo, en la homilía que ha pronunciado ante el presidente del Gobierno canario, Fernando Clavijo, quien ha representado al Rey por primera vez en Gran Canaria, y el resto de autoridades, ha recordado que "la grandeza y el poder" de los políticos, los empresarios, los economistas y los sabios del mundo consisten en su "capacidad para vencer el dominio de unos sobre otros y en crear justicia, fraternidad, igualdad y paz reales".

Según Cases, el poder de este mundo, cuando es el poder de la soberbia y la riqueza, "genera hambrientos, humillados, largas colas de emigrantes y refugiados que huyen de la miseria, de la violencia de las bombas y del hambre" y que, por ese motivo, ahora tocan a la puertas de los "países enriquecidos".

"La llamada a las parroquias, comunidades religiosas, monasterios y santuarios del Santo Padre -el Papa Francisco acaba de pedir que cada entidad de la iglesia acoja a un refugiado- será sin duda secundada en la Diócesis de Canarias", ha subrayado Cases Andreu.

El obispo, que leyó a San Pablo para "compartir las necesidades de los santos y practicar la hospitalidad", también ha reclamado a los feligreses la apertura de "las puertas de los corazones"

"Es necesario que el acuerdo de las naciones afronte las causas de esta dramática emigración masiva, como único modo de acabar con este absurdo éxodo: la guerra y la pobreza", ha agregado Cases.

Francisco Cases ha asegurado que a la iglesia le "preocupa y duele" la emigración, cada vez más sangrante y dolorosa, creadora de muros, vallas y muerte y, también el problema del paro, especialmente en los jóvenes, porque "anula a las personas y los rompe por dentro y por fuera".

En la eucaristía, celebrada en honor a la Virgen del Pino, también se ha pedido por los desempleados, los emigrantes, los que sufren la crisis, los países con conflictos y los que padecen la pobreza.

Además de Fernando Clavijo, ha asistido a la eucaristía la presidenta del Parlamento de Canarias, Carolina Darias, el presidente del Cabildo insular, Antonio Morales, la delegada del Gobierno en Canarias, María del Carmen Hernández Bento, los alcaldes de Las Palmas de Gran Canaria y Teror, Augusto Hidalgo e Isabel Guerra, respectivamente, y numerosas personalidades civiles y militares de la isla y de Canarias.

Al término de la solemne concelebración de la eucaristía se ha celebrado la procesión de la imagen de la Virgen del Pino que ha contado con un nuevo recorrido de más de 500 metros, con salida y llegada en la Basílica, y la participación de la banda municipal de Las Palmas de Gran Canaria y de una tropa de 122 militares del regimiento de infantería ligera Canarias 50, con banda de guerra y escuadra de gastadores.

Cerca de 5.000 personas han seguido la procesión, según fuentes municipales, quienes se han concentrado en el casco histórico de la Villa Mariana en una jornada soleada a la que acompañó el buen tiempo y una suave y refrescante brisa.

Fernando Clavijo ha dicho al término de la procesión que ha sido "muy acertada" la homilía del Obispo Cases porque "conecta con la realidad", al tiempo que ha resaltado que la iglesia realiza "una gran labor social a través de Cáritas" y el Gobierno de Canarias la felicita y la apoya.

Por su parte, Antonio Morales ha dicho que está "satisfecho" por su primera experiencia como presidente del Cabildo con la Fiesta del Pino, ha destacado su arraigo y capacidad de convocatoria de fieles, y ha asegurado de la Institución insular seguirá trabajando para impulsarla en las próximas ediciones.