El burro canario ya no está en peligro de extinción, sino que incluso aumenta su número gracias a los entre ocho y 10 partos anuales que se registran en Gran Canaria. Veinte años después, los mismos que cumple la Feria Equina de La Culata, en Tejeda, la raza autóctona goza de buena salud y los propietarios de estas acémilas, descendientes de la cebra africana, pueden contemplar el presente y futuro de estos animales sin angustia.

El jueves fue, además, una jornada de alegría para los defensores de los equinos, ya que nació Aurora, una hermosa burra que se ha convertido en la benjamina del establo. Su nombre, porque nació en plena aurora. En camino habrá otros más, ya que hay seis hembras más que parirán este año.

Fernando García Alba, presidente de la Asociación Equina La Culata e impulsor de la feria que ha salvado a esta raza, destacaba ayer que son buenos tiempos para las cuatro especies equinas: burros, mulos, caballos y yeguas, "ya que cada año aumenta más la participación en este evento y la gente no viene tanto por los premios, sino por mostrar sus ejemplares y ver al resto de los animales".

Reclamo turístico y académico

Incluso, con el paso de los años, la feria de este barrio de Tejeda que estrenaba en su vigésima edición nuevo recinto, adquirido por el Ayuntamiento, se ha convertido en un reclamo turístico para canarios y extranjeros. Así, tanto el alcalde, Francisco Perera, como el concejal de Agricultura, Ezequiel Rodríguez, y el propio García Alba resaltaron que "ya viene gente el día anterior para pasar la noche en el pueblo, algo que le da más vida y se ha convertido en otra fuente de ingresos para los negocios de aquí".

A ello hay que añadirle, además, la propuesta de que la participación de estudiantes de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) en la Feria Equina pueda aportar créditos académicos, una idea que ayer expuso Fernando García para ampliar la implantación de una iniciativa que surgió para salvar al burro canario de su desaparición y ha sido un éxito. "La idea sería que los estudiantes que ayuden y aprendan con los veterinarios obtengan un certificado por los profesionales que les pueda valer para créditos en la carrera".

El presidente de la Asociación Equina La Culata también anunció cuál será su próximo reto: "Un día de éstos vamos a alzar la voz para que nuestra asociación reciba el reconocimiento que creemos debe tener porque consideramos que deberíamos ser candidatos a un Premio Canarias por la labor que se ha realizado en estos años". Los méritos esgrimidos: la recuperación de una raza vernácula que estuvo en peligro de extinción, la creación de una feria única en Canarias y la labor de difusión de la vital importancia que tuvieron para la sociedad rural estos animales, no solo como herramientas de trabajo, sino también como transporte de los vecinos.

"Hoy en día", apuntaron Perera y Rodríguez, "son muy pocos los que tienen estos animales para trabajos agrícolas, pero en su momento se convirtieron en esenciales para los que vivían en el campo porque algunos vivían de realizar transportes como si fueran el coche del día". De hecho, el Ayuntamiento colabora con la asociación y ha adquirido un recinto para que se celebre mejor la feria.

Sin embargo, la utilidad del burro como animal de cargo no se ha extinguido en Tejeda. Carmelo Sarmiento Santana, vecino de La Culata, es carbonero de profesión y propietario de seis burros y una mula, aunque tiene prestado dos. Gracias a estas acémilas transporta la leña que recoge y luego vende sobre todo a restaurantes y hoteles del Sur, además de carbón. "Aunque apenas se utilizan para el trabajo, a mí me son de gran ayuda cuando voy a por leña para que la carguen. El transporte que uso no es de cuatro patas, sino de cuatro ruedas, una furgoneta para hacer el reparto en el Sur". Su mula llamó tanto la atención que quisieron comprársela. Dijo no sin dar oportunidad a que le dijeran cuánto dinero quería por ella.

La fama de la Feria Equina de La Culata traspasa las lindes del barrio y de Tejeda y son muchos los que en otras ediciones y ayer se acercaron a visitarla. Unos incluso en sus propias monturas -un hombre desde la capital a caballo- y otros a exhibirlas.

Francisco Medina es de Telde y tiene un burro en una finca de Lomo Bristol, en ese municipio. Tiene un burro, pero quiere tener más. Por eso se acercó a Tejeda y hablar con Fernando García Alba para negociar la cesión de una o varias burras que pudiera cubrir su ejemplar. El presidente de la Asociación Equina, que expuso que prestan sementales para perpetuar la raza, "a condición de que no los capen con el argumento de su mal carácter", informó a Medina. "Hay que ser apuntarse en la asociación, con una cuota anual de 60 euros y luego si se presta un animal debe hacerse cargo del seguro médico, el microchip y todos los gastos derivados, que pueden sumar un total de 150 euros. A Medina no le desagradó y puede ser u n nuevo socio.