La acusada de matar a Jordi Burón en 2013 en un chalet de playa de Arinaga tiene un trastorno límite de personalidad. Esa fue la calificación coincidente del psiquiatra de Vigo, Manuel Arias Vals, que ha tratado varias veces a Arantxa Amoedo; y el doctor en psicología y criminología Vicente Garrido en el informe que hizo a instancias de la defensa en la última prueba testifical del juicio que se celebra desde el en la Audiencia de Las Palmas.
Tras sus entrevistas a la acusada y a su hermana Alba Amoedo y analizar los informes y declaraciones realizadas en el proceso, Garrido aseguró que "Arantxa y Jorge son dos personas enfermas". El doctor abordó en su estudio el estado mental de Arantxa, la relación con el fallecido y su capacidad volitiva. "Arantxa es una persona con trastorno límite de personalidad desde la adolescencia".
Tal trastorno "es el más grave de la personalidad", en el que la vida es un caos y se ve al mundo como amenazante. Garrido señala que Arantxa está mejor y más estable cuando mantiene un vínculo con su hermana Alba, que es su "referente de autoridad". "Pero cuando se viene a Gran Canaria rompe con su red de protección, abandona su medicación y vive una situación estresante", añade.
El perito indica que la acusada rompe con Jordi en Barcelona, expresándole a su hermana que la sacara de allí, porque "Jordi está loco". Pero tras irse a Vigo a la casa de sus padres de Vigo, la víctima la convenció de que volviera con él, después de que ella aceptara sus condiciones de que le dé libertad, no fuera celoso ni obsesivo. "Pero en Gran Canaria, vive en una situación de aislamiento y Jordi no suple el papel de protección que necesitaba y ejercía su hermana".
Tipo de relación
Garrido resalta su carácter de identidad de género: "Ella es homosexual y él heterosexual o bisexual. Ella no quería tener relación sexual con él y su vida emocional y relación interpersonal era un caos". El perito indicó que la clave de l a muerte hay que buscarla en el tipo de relación de la pareja, con una diferencia de edad de 20 años.
"Tuvo un intento de suicidio en Ibiza y estaba resentida por el control que ejercía sobre ella su hermana, pero Jorge no fue su pareja de apoyo". Garrido realiza el perfil de la víctima, de quien resalta su caos emocional, demanda al socio de una patente, su dependencia de una novia rusa y su situación muy precaria. "Pero él finge tener mucho dinero que deslumbra a la joven. Menciona informes psiquiátricos de tres tribunales en 20 años, gracias a su superación Jordi logra librarse de la mili y una pensión de 880 euros. "Él intenta manipular y tiene una patología", destaca.
Por último, Garrido expresa que tras la muerte de Jordi y mientras su cuerpo estaba en el garaje y el cuchillo con el que lo mató en la cesta de la ropa, Arantxa "tuvo una reacción disociativa. En vez de huir del lugar y borrar sus huellas, se inventa una vida nueva como una persona triunfadora, independiente, pone su chalet a alquilar y sigue manteniendo relaciones sexuales en la casa como si no hubiera pasado nada, alejada de la realidad".
Previamente, la doctora en medicina legal, Soledad Heredia y la psicóloga Ruth Romero señalaron que Arantxa no tenía síntomas de sufrir violencia machista y era dueña de su voluntad". "Enfermedad mental como tal, que pudiera afectar a sus capacidades, no tenía", indicó Heredia. Según lo que pudo sacar de las entrevistas con la acusada, la facultativa comentó que su estado de conciencia estaba "bien" cuando ocurrieron los hechos. La doctora Heredia y la psicóloga Romero se mostraron convencidas de que la joven "sabía lo que hacía" y, además, "quería hacerlo", cuando clavó un cuchillo a la víctima.
Por otro lado, la fiscal Teseida García y el abogado de la acusación retiraron el cargo de encubridora de Tania Díaz.