El Cabildo de Gran Canaria ha convertido la desaladora de Bocabarranco, que abastece a Gáldar, Guía y Agaete, en la instalación de desalación de agua para el abastecimiento público que menos energía consume de Canarias, según ha informado hoy la corporación insular en un comunicado.

La planta consume 2,7 kilovatios por cada 1.000 metros cúbicos de agua desalada a la hora, lo que supone un ahorro al año de más de 330.00 euros, ha destacado el consejero de Sector Primaria, Miguel Hidalgo, en un comunicado.

El Consejo Insular de Aguas ha llevado a cabo la reforma de esta desaladora, así como las de La Aldea y la de Roque Prieto, en Guía, que han sido sometidas a los mismos trabajos de mejora, cuyos efectos sobre el ahorro están en proceso de evaluación con la previsión de que sean igualmente positivos, ha indicado Hidalgo.

La obra de la desaladora de agua de mar de Bocabarranco ha sido ejecutada en los últimos diez meses con un coste de un millón de euros.

En la planta se ha introducido un nuevo sistema de recuperación de energía por intercambio de presión, lo que ha sido posible gracias a los avances tecnológicos en las técnicas de desalación de agua de mar, señala la nota.

La desaladora estaba constituida por dos bastidores de ósmosis inversa de 7.000 y 3.500 metros cúbicos diarios, aunque este último solo se ponía en marcha en períodos de gran demanda debido a su elevado consumo energético, por lo que en la práctica la capacidad de la planta era de 7.000 metros cúbicos.

El consumo energético total de la planta era de 4,7 kilovatios a la hora por cada 1.000 metros cúbicos de agua desalada producida, que ha bajado a 2,7 kilovatios, el equivalente a una reducción del consumo de petróleo de 400 toneladas.

Según la nota, esta reducción del consumo energético evitará la emisión de 1.800 toneladas de CO2 anuales y un ahorro en la factura de la luz de 330.000 euros al año, lo que permitirá amortizar en tres años el coste de la obra.