El Cabildo de Gran Canaria ha puesto en marcha este jueves la desaladora Roque Prieto II de Guía, construida hace ocho años, tras dotarla de nueva tecnología y solucionar los problemas que han impedido utilizarla durante todo este tiempo, ha informado la corporación.

La entrada en servicio de esta desaladora, a cuya actualización se han destinado 450.000 euros, garantiza el suministro de agua a los domicilios de Guía y Agaete, con posibilidad de conectar también a Gáldar, así como a los cultivos agrícolas del norte de la isla.

La nueva potabilizadora del municipio de Guía permite duplicar el volumen de agua desalada que hasta ahora se suministraba a esa comarca de Gran Canaria, al sumar a los 5.000 metros cúbicos diarios de la planta Roque Prieto I otros 5.000 de la Roque Prieto II.

El alcalde de Santa María de Guía, Pedro Rodríguez, ha subrayado que, hasta ahora, el suministro de agua a las viviendas estaba garantizado, pero a costa de cortar el abastecimiento a la agricultura en momentos de escasez.

Tanto la planta Roque Prieto I como la II fueron obras declaradas de interés general en materia de infraestructura hidráulica y de calidad de las aguas, por lo que fueron pagadas por el Ministerio de Medio Ambiente y licitadas por el Gobierno canario.

Las dos se terminaron en 2007, pero la planta Roque Prieto I fue entregada al Consejo Insular de Aguas para su explotación y puesta en marcha, mientras que la II fue puesta en manos del Ayuntamiento de Guía, que no logró ponerla en explotación.

El Consistorio firmó el pasado 8 de mayo un convenio con el Consejo Insular de Aguas para que se hiciera cargo de su puesta en funcionamiento, un acuerdo que retomó la nueva corporación.

Además, el Consejo Insular planea optimizar su consumo de energía, dotándola de un aerogenerador de 2,2 megavatios de portencia cuyos permisos se tramitan en la Consejería de Industria del Gobierno canario.

El proyecto de mejora energética ha tenido un coste de 199.000 euros, aportado por la Unión Europea en un 80 por ciento, mientras el resto hasta los 450.000 que ha precisado la puesta en marcha de la planta han sido aportados por el Cabildo de Gran Canaria.