La romería en honor a la Virgen de las Nieves, en Agaete, se movió ayer a todo motor. Sólo tres de las doce carretas fueron tiradas por bueyes: la que preparó la corporación municipal de esta Villa, y las que montaron dos grupo de vecinos, una de ellas la de los residentes en el barrio de San Sebastián, al resto, las arrastraron los caballos de vapor de los diversos vehículos, que cubiertos con traperas, cargaban con las ofrendas. Con todo, la edil de Festejos, Isabel del Rosario, celebraba que los vecinos se hayan animado a sacar las yuntas puesto que otros años sólo disponía de estos animales el Ayuntamiento.

Eso sí, todas iban bien cargadas de una gran variedad de productos de la tierra, que fueron depositados después del recorrido por las calles del casco a los pies de la patrona.

Ataviados con traje típicos, los romeros salieron poco después de las seis de la tarde, desde la Cruz Chiquita, a buena temperatura mucho más fresca que el día de La Rama, y a mejor ritmo, ya que las parrandas se encargaron de animar el trayecto hasta la iglesia .

Pero, la celebración no acabó con la ofrenda. Los romeros siguieron junto a las carretas, puesto que las habían cargado no sólo de presentes para la Virgen sino también de comida y bebida para pasar la noche, y disfrutar en la Plaza de la Constitución de los bailes de taifas.