El tramo completo de la IV Fase de la Circunvalación de Las Palmas de Gran Canaria comprendido entre el enlace de Las Mesas y el municipio de Arucas (GC-20) ya está en servicio. El pasado 4 de agosto se abrieron al tráfico los dos carriles en dirección a la capital grancanaria y desde este jueves ya se puede circular también en dirección norte.

La Consejería de Obras Públicas y Transportes procedió esta mañana a su apertura al tráfico, una medida que según informa un comunicado del Gobierno de Canarias ahorrará unos 15 minutos de trayecto a los vecinos de la comarca del norte e interior de la isla, sobre todo a los habitantes de los municipios de Arucas, Teror, Valleseco, Firgas, Moya, Guía, Gáldar o Agaete.

El acceso a esta nueva vía, con límite de velocidad de entre 80 y 100 kilómetros/hora, se realiza en el municipio de Arucas desde la GC-20. Los vehículos procedentes de Arucas lo hacen por un ramal que comunica directamente con la nueva vía, a la altura de las dependencias del Consorcio de Emergencias (p.k. 2,500); mientras que los que circulen en el sentido contrario, -dirección Arucas-, se incorporan desde una glorieta provisional situada a la altura del barrio de El Hornillo. También existe un enlace en la zona de Santidad-Cardones, a la altura de la fábrica de galletas Bandama. En sentido Las Palmas de Gran Canaria-Arucas, los vehículos se incorporan directamente desde la GC-3, mientras que los procedentes de los barrios de Las Mesas, Tenoya, o el Polígono Industrial de La Cazuela lo hacen desde el enlace de Las Mesas.

La obra completa de la IV Fase salió a licitación a principios de marzo de 2007 por un presupuesto máximo de 105.749.488,45 euros, y un plazo de ejecución de 42 meses (2011). Fue adjudicada a principios de noviembre del mismo año por un presupuesto de 91.103.184,30 euros. De esa cantidad, a día de hoy se han certificado 94,5M€. El presupuesto vigente a fecha de hoy es de 115.058.379,31 euros.

Estos 4,5 kilómetros forman parte de los 6,8 que abarca la IV Fase, por lo que sólo quedarían pendientes unos dos kilómetros para enlazar con la GC-2, donde se sitúa el final de la obra. Se trata de una vía con dos calzadas de dos carriles cada una, sin contar la longitud de los ramales de conexión y de las vías auxiliares. El cálculo aproximado cuando se ponga en servicio la totalidad de la carretera es de unos 40.000 vehículos diarios.