La feria de la Mancomunidad del Sureste no hizo caso de la superstición que acarrea el número 13 y cerró sus tres jornadas de celebración en la avenida Carlos V de Carrizal, en Ingenio, con récord de asistencia de visitantes -más de 100.000- y de ventas. Unos resultados que han superado las expectativas marcadas por la organización de este escaparate comercial de los productos de una comarca que según el presidente de la mancomunidad y alcalde anfitrión de esta edición que integra a los tres municipios, Juan Díaz, "caminando juntos nos va mejor".

Una opinión compartida por sus colegas de Agüimes y Santa Lucía, Óscar Hernández y Dunia González, respectivamente, quienes coincidieron con Díaz en destacar la consolidación de este evento, nacido hace 13 años y que es hoy en día una de las grandes fortalezas para generar empleo y economía en Agüimes, Ingenio y Santa Lucía.

Así, Díaz recordó que "lo que empezó siendo un proyecto ilusionante, novedoso y emprendedor, se ha convertido en un escaparate comercial enormemente afianzado para los pequeños productores del Sureste". Prueba de ello es la satisfacción generalizada de los 150 expositores participantes, algunos asistentes desde la primera edición, quienes destacaron las importantes ventas realizadas y la gran oportunidad que supone para ellos dar a conocer sus empresas y sus actividades.

Alto nivel organizativo

Los productores presentes en la feria comercial -50 por cada localidad de la comarca- resaltaron la buena organización del evento, que ha facilitado en que se convierta en la más rentable de la historia.

Muchos comerciantes destacaron ese alto nivel organizativo ylos medios desplegados para facilitar su trabajo. Desde las dimensiones de las casetas asignadas, el diseño del recorrido del recinto ferial, con la avenida dividida en dos partes y los puestos en el centro o la conexión wifi en toda la zona. Y a aplaudir, en opinión de los expositores consultados, los 10.000 aparcamientos gratuitos habilitados, una importantísima baza para la multitudinaria atracción de público a la feria, que ayer rebosó Carrizal.

La muchedumbre se expandía por ambas márgenes de la avenida Carlos V para visitar los 50 puestos, que en un lado y otro de esta importante vía comercial de este barrio de Ingenio ofrecían sus productos. Para no perderse, desde el escenario hacia arriba se empezaba con Ingenio, se continuaba con Agüimes y se finalizaba con Santa Lucía, una suerte de colocación de los tres municipios en un hipotético mapa saliendo desde el norte de Gran Canaria. Imposible perderse pese a la marea humana, que apenas dejaba sitio para pasar o escabullirse.

Los mejores productos de la comarca mostrados de primera mano por sus realizadores. Como Francisco Ramírez Caballero, de Ingenio, que se hinchó a vender su gofio de millo del país mientras una larga cola esperaba su turno para llevarse un kilo por 2,60 euros. Contenta con las ventas estaba su mujer, Mari Díaz, que mostraba los condimentos y las cinco variedades de judías del país que cultivan en su terreno en Cercado Domingo. Ha participado en 12 de las 13 ferias celebradas y está muy satisfecha de cómo ha ido ésta pese "al viernes malísimo que hubo".

Manuel Moreno, de Agüimes, se dedica a la cestería y a la pintura y su producto estrella son los carteles con lemas canarios, a cuatro euros la pieza. "Me lo piden mucho, sobre todo los que tienen escrito catre, el gallinero o la cueva y su venta está siendo genial", apunta, mientras muestra otras de sus creaciones, la cestería de papel, un trabajo arduo que lleva dos años trayendo a la feria. No se define como profesional su actividad, sino una forma de disfrutar de su tiempo de ocio.

De Santa Lucía es el negocio de Marco Antonio Ramos Santana, que ha participado en todas las convocatorias de este evento y también, como la gran mayoría de los expositores, han tenido unos buenos resultados de ventas. Los clientes que se acercan al puesto, donde María Teresa Ramírez y otros miembros del negocio atienden las preguntas de los clientes mientras vende los productos estrellas del horno: los bizcochos de millo y los mantecados, aunque otros productos también salen.

La XIII feria de la Mancomunidad del Sureste se clausuraba ayer con música de las parrandas que tocaban sus sones a lo largo del amplio recorrido por la avenida Carlos V, donde la Banda de Música de Ingenio interpretaba desde el escenario y cerca de ella, un grupo de niños de la agrupación folclórica Guayadeque enseñaban juegos y baile tradicionales infantiles como Alfonsito rey de España, La reina de los mares [con soga] o la rosa y el clavel. Todos recuperados de los relatos de los mayores en los años 80 y que perviven gracias a la escuela de la agrupación folclórica Guayadeque, que con una escuela para niños de tres a 12 años mantiene viva la llama de la tradición. Toda una política de cantera para el futuro.