El Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada, en Gáldar, afronta el escaneado en muy alta resolución y precisión, y en 3D, del techo de la cámara decorada que da nombre al yacimiento.

Para este barrido digital se utiliza la última tecnología y un escáner del que existen escasos ejemplares en nuestro país. Los resultados serán cruciales para el conocimiento, la conservación y la gestión de este espacio patrimonial.

Estos trabajos suponen la segunda fase de un programa iniciado en 2015, que se centró en aquel entonces en el escaneado del friso policromado. Este ambicioso proyecto de digitalización es posible gracias al convenio de colaboración entre el Cabildo, del que depende el museo y la Universidad de Castilla-La Mancha que prevé actuaciones hasta el año 2018.

La actual etapa comenzó hace una semana y está previsto que concluya a mediados de diciembre. Carlos Espadas Álvarez es el encargado de llevar las riendas técnicas del escaneado del techo de la cámara dentro de un programa que incluye otros trabajos coordinados por Jorge Onrubia Pintado, profesor de Prehistoria de la Universidad de Castilla La-Mancha, y por el equipo del museo.

Espadas señaló ayer que se está utilizando "una tecnología de uso industrial" que, al final del proceso, traducirá los casi setenta metros de la cámara decorada en una información digitalizada compuesta por casi mil millones de puntos. La superficie escaneada es la mayor sobre la que se ha aplicado este método en España.

El consejero insular de Cultura, Carlos Ruiz, destacó que "se trata de conseguir una reproducción lo más fiel posible", mientras que la directora del museo, Carmen Gloria Rodríguez, subrayó que la información que se está recabando será "una herramienta fundamental" para la conservación del espacio.

El plan contempla también el desarrollo de un Sistema Integral de Documentación Arqueológica y Patrimonial (Sidap), que permitirá disponer de toda la información generada en una plataforma digital y que también podrá ser consultada por el público interesado. El convenio a dos partes prevé finalizar en 2018 la recopilación de documentación de la cámara policromada en su conjunto mediante el escaneado de muy alta resolución y la fotografía multiespectral.

Cuando se escaneó el friso, las exigencias de conservación impidieron que se pudiera digitalizar la cámara en su totalidad, para no alterar los óptimos climáticos. En el año 2017 las tareas se centrarán en el zócalo situado bajo el friso polícromo.

Este trabajo constituye una prioridad tanto desde el punto de vista del conocimiento arqueológico y técnico-pictórico como de la investigación aplicada a la conservación, en la medida en que estos métodos de registro y estudio son susceptibles de contribuir al diagnóstico de las patologías que afectan a esta joya del arte prehispánico. La primera fase en 2015, tuvo un presupuesto de 70.000 euros, mientras que el trienio comprendido entre 2016 y 2018 prevé una inversión de 310.000 euros, la mitad de los cuales los aporta el Cabildo y la parte restante la Universidad de Castilla-La Mancha.