José Miguel Bravo de Laguna tuvo una "importante" relación con el fallecido expresidente que fraguó en 1995 con la candidatura del "muy conocido" Macías al Cabildo de Gran Canaria conformando un ticket electoral junto a un "entonces desconocido" José Manuel Soria como alcaldable para Las Palmas de Gran Canaria. Para Bravo, Macías "era alguien con quien resultaba fácil llevarse bien, no era un hombre complicado ni conflictivo desde el punto de vista del partido".

El expresidente insular conserva el recuerdo de "un hombre extraordinariamente preocupado con los detalles más humanos, con las relaciones sociales y humanas más minuciosas". Su "gran corazón" le hacía, a juicio de Bravo, "estar en la modernidad, porque era un político a la americana, es decir, que se pateaba los municipios y asistía a todos los actos be bautizos, entierros o bodas que fuese invitado". En su opinión, Macías era definitivamente "un hombre muy cercano al pueblo, popular en todo el sentido de la palabra".