Como el caso de Olvido Hormigos, pero en el Sureste, sin vídeo sexual y protagonistas opuestos. Un concejal de Agüimes ha llevado a juicio a su expareja por abrir un perfil falso en Facebook, subir una foto de su cuerpo desnudo a la popular red social, y mandar correos a diferentes administraciones en los que alertaba del comportamiento impropio del edil, según la acusación formulada contra la Ángela María A. S. Se trata de la mujer que supuestamente suplantó la identidad de José Manuel Guedes y de una amiga para ridiculizarlo por despecho en su círculo íntimo.

El juicio se celebró el pasado miércoles en el Juzgado de lo Penal número 5 de Las Palmas. La Fiscalía solicitó la absolución al considerar que la ofensa no fue lo suficientemente importante como para justificar una condena por el artículo 197.7 del Código Penal, pero la acusación particular si reclamó la condena de Ángela María A. S. por ese delito, que es de reciente creación y castiga la difusión de imágenes que menoscaben "gravemente" la intimidad personal.

La letrada Alicia Armas, del despacho Ruiz López Asociados, solicita un año de prisión y una indemnización de 3.000 euros para Guedes, que es concejal de Aguas, Residuos y Alumbrado en al Ayuntamiento de Agüimes. También reclama otros 1.500 euros para la amiga del edil a la que robaron la identidad para crear el perfil en Facebook.

La acusada, según fuentes que estuvieron presentes en el juicio, negó que fuera la responsable del perfil ni de los correos enviados a las administraciones, entre ellas el propio Ayuntamiento donde trabaja Guedes. Tampoco admitió que diera de alta al concejal en páginas de intercambio sexual, algunas especializadas en relaciones homosexuales, incluida una de las imágenes que su partido, Roque Aguayro, utilizó para volver a ganar las pasadas elecciones municipales.

Sin embargo, pese a esa negación de los hechos, el Grupo de Delitos Tecnológicos de la Policía Nacional confirmó que esos correos y perfiles están vinculados con conexiones a internet desde la vivienda de la acusada. La Fiscalía, de hecho, dio por probada la autoría de esas actividades, que censuró por atentar contra el honor de la víctima, pero mantuvo la absolución y recomendó acudir a la vía civil al considerar que los hechos no integran el tipo penal invocado.

La acusación particular, en cambio, si entiende que se trata de una caso de sexting. Se apoyó en la declaración de la víctima, su amiga y otros tres concejales, en otros medios de prueba practicados en la vista oral. Guedes explicó que rompió la relación con la acusada en octubre de 2015, tras descubrir una serie de supuestas mentiras relacionadas con la vida privada de Ángela María A. S. Entre diciembre de ese año y febrero de 2016, por venganza, recibió los distintas vejaciones a su honor.

La más grave, quizá, es la que está relacionada con Facebook. Ángela María, según la acusación, abrió una cuenta con la identidad de la amiga del edil y agregó a otros cuatro amigos comunes. Utilizó como cebo una foto que le sacó con una tableta a Guedes mientras éste salía desnudo del baño y se dirigía a ella para hacerle una gracia. El perjudicado asegura que luego le pidió que borrara la imagen y nunca autorizó su difusión.

La foto, sin embargo, acabó en el muro de su supuesta amiga, de cuerpo entero y con la zona del torso oscurecida, que es como Facebook censura las imágenes con una carga sexual explícita. La acusación aportó varios pantallazos de móvil para acreditar la intromisión en la intimidad.

A partir de eso, en los espacios web del Ayuntamiento dedicados a los ciudadanos se hicieron comentarios que alertaban sobre la actuación impropia de Guedes, con alusiones sexuales y el consiguiente escarnio público al que se vio sometido, sobre todo en el municipio, donde es conocido por su trayectoria, vinculada a un partido político que siempre ha gobernado en Agüimes al ganar casi todas las elecciones. Lo mismo sucedió con las páginas de contactos en las que se vio involucrado sin su consentimiento, algunas falseando hasta sus gustos sexuales. Guedes aseguró a la juez que los 3.000 euros que reclama son "simbólicos" en relación a la vergüenza sufrida.