La feria Gran Canaria Me Gusta, que organizó este fin de semana el Cabildo en las instalaciones de Infecar, en Las Palmas de Gran Canaria, cerró ayer sus puertas con un 38% más de visitantes con respecto a la edición anterior. La muestra gastronómica gana adeptos tras reunir en su segunda edición a 18 cocineros de la Isla y triplicar la superficie de sus expositores. El municipio de Mogán vendió solo en dos días 300 kilos de aguacate de invierno. Las setas cultivadas en Fontanales (Moya) y el licor de tuno de Gáldar causaron sensación entre los asistentes.

La feria insular de sabores se impone como el plato fuerte del año en la capital. Más de 80 expositores ofrecieron este fin de semana en Infecar sus delicatessen cultivadas y elaboradas con esmero en las cumbres y medianías de Gran Canaria. Quesos de Guía, tarta de manzana de Valleseco, papas de San Mateo o caldos de Santa Brígida abieron boca a los comensales que decidieron disfrutar de un día en familia.

Además de gastronomía, la feria surtió a sus visitantes de talleres infantiles con barro, que reproducía los principales enclaves de la Isla como la Cueva Pintada de Gáldar o el mismo Roque Nublo, juegos tradicionales y folclóre a cargo del grupo Sancocho.

La iniciativa, recuperada el año pasado por el Cabildo, ha triplicado su superficie de exposición con nuevas carpas de restauración y demostración culinarias en vivo. Según rescató el consejero de Desarrollo Económico, Raul García Brick, Gran Me Gusta forma parte de una estrategia que pretende aunar esfuerzos con otros sectores de la economía insular y, principalmente, el turismo.