El amianto es un material tóxico para la salud que fue utilizado durante décadas en diversos revestimientos y materiales de construcción. Para evitar posibles complicaciones sanitarias causadas por la exposición a este fibrocemento, la Mancomunidad del Sureste en colaboración con la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, ha programado una campaña censal entre los vecinos de los tres municipios (Agüimes, Santa Lucia e Ingenio) para buscar soluciones a la retirada de los elementos fabricados utilizando este material.

El censo de construcciones con amianto que elabora la Mancomunidad es de inscripción voluntaria. Los vecinos que deseen formar parte de él para proceder a la retirada de los materiales tóxicos tienen hasta el próximo viernes, día 28 de abril, para apuntarse. La inscripción se realiza llamando al número de teléfono 928 18 28 96. El ente intermunicipal recuerda en un comunicado que existe una normativa legal que controla la retirada del amianto y que prohíbe que este sea manipulado sin las autorizaciones y material necesario. La misma ley "regula sanciones económicas que van desde los 30.000 hasta los 600.000 euros" para quienes ignoren la regulación, indica la Mancomunidad.

Fibras microscópicas

El amianto, también conocido como asbesto, es uno de los componentes del fibrocemento, un material de construcción que en España fue comercializado por la empresa Uralita, de ahí que de manera habitual se utilice esta marca comercial para referirse a él. Está compuesto por fibras microscópicas que pueden permanecer en suspensión en el aire el tiempo suficiente para que representen un riesgo respiratorio.

No existe apenas riesgo para la salud para quienes sólo se encuentren en contacto con el amianto, pero el peligro aumenta cuando la exposición al material se prolonga en el tiempo o éste es manipulado. Las microfibras que lo componen pueden pasar al aire y ser fácilmente respirable. Esto sucede en derribos, trabajos como el corte, taladro, rotura o cuando el material está muy envejecido. Estas fibras pueden adherirse a la ropa, por lo que el riesgo de pasar al aire respirado aumenta, y con él el peligro de provocar enfermedades del aparato respiratorio. El cáncer de pulmón es la más mortal de las patologías que afectan a las personas expuestas al amianto, el mesotelioma maligno.

Para la manipulación y retirada del amianto se precisa la contratación de una empresa especializada, debidamente registrada en el Registro de Empresas con Riesgo de Amianto (RERA). En la construcción es frecuente encontrar este material que hace cuatro décadas se utilizaba a menudo y que desde el año 2001, y debido a su alta toxicidad, quedó prohibido.