Contemplar las vistas de la playa de Vargas mientras se disfruta de los deportes náuticos que se suelen practicar en esta zona, una de las favoritas de los apasionados por el surf, el bodyboard, el kitesurf y el windsurf, será posible dentro de poco con mayor comodidad gracias al nuevo mirador que proyecta construir el Cabildo de Gran Canaria en esta zona del litoral de Agüimes.

La nueva atalaya, que dispondrá en su emplazamiento de varios niveles de observación dispuestos en gradas y rampas, forma parte de la red de miradores que durante este mandato está construyendo la corporación insular en las cumbres, los barrancos y el litoral de Gran Canaria. Estas infraestructuras, que están siendo ubicadas en emplazamientos privilegiados en torno a carreteras, caminos reales y zonas de costa, suponen un “complemento a los equipamientos de interés turístico”, en palabras de la consejera de Política Territorial, Inés Miranda, que se encargó de firmar el convenio con el alcalde de Agüimes, Óscar Hernández, en la sede de la corporación insular en Las Palmas de Gran Canaria.

La instalación, que cuenta con un presupuesto de ejecución de 47.000 euros que serán aportados por el Cabildo, será construida sobre una pendiente ubicada en el lado norte de la playa y precisará de un remate de asfalto para conectar con la vía de acceso a la zona.

Mínimo impacto visual

La actuación, de escasa entidad constructiva, ocupará una superficie de 100 metros cuadrados y aprovechará el desnivel para realizar un graderío que puede usar la ciudadanía como asiento para contemplar la playa en su totalidad.

El proyecto prevé reducir al mínimo el impacto visual de la instalación, para que se adapte al entorno, que en su mayor parte continúa presentando un aspecto natural.

Está previsto que también incluya dos bancos colocados en paralelo hacia la Montaña de Arinaga sobre una superficie revestida de madera con un tratamiento específico para exteriores. La plataforma superior contará, además, con unas ranuras en la cimentación para la colocación de bicicletas, de modo que también se pueda convertir en un punto de descanso y avituallamiento para los que practican este deporte por la costa agüimense.

El suelo afectado por la intervención es de propiedad privada, por lo que es necesario un procedimiento previo de expropiación o de obtención de los terrenos para iniciar después los trabajos de construcción. De cumplirse los plazos previstos por el Cabildo, la obra podría estar concluida en un plazo de dos meses.