La ONCE esparce más que ilusión en las Islas. La Organización Nacional de Ciegos de España ha repartido 350.000 euros al resultar premiados diez cupones que vendió Antonio Manuel del Pino, vendedor desde el año 2014, en Arinaga (Agüimes). "Ya tocaba, pensaba que este año no iba a dar ningún premio", explicó del Pino, que no podía ocultar su alegría.

"Estoy contento porque sé que los números estaban repartidos, menos alguno que se llevo dos", afirmó el vendedor, que se mueve por la zona del Cruce y playa de Arinaga. "Vendo cupones a la gente trabajadora, sobre todo por el polígono", detalló. No se trata del primer premio que reparte del Pino, pero sí el más cuantioso. "Son 35.000 euros al décimo, que es una cantidad importante de dinero", declaró. Del Pino dice que ayer fue un día especial, ya que la gente lo felicitaba y le compraba más cupones de lo habitual. "Sería difícil dar dos premios seguidos, pero nunca se sabe", aseguró.

El vendedor ya dio varios premios "pequeños" el año pasado, uno de 10.000 euros en el cuponazo del viernes y varios de 500 euros. "El del cuponazo fue todo un subidón, porque fue el primer premio importante que repartí", desveló. Pero del Pino asegura que se llevó una mayor satisfacción con los de 500 euros. "Aquellos se lo llevaron todos personas trabajadoras a las que les hacía falta el dinero", explicó, "y hubo uno que me dio las gracias emocionado porque se pudo ir de vacaciones con ese premio", añadió.

Pero del Pino aseguró que ahora está más ilusionado que nunca. "Este premio me ha sentado como si me hubiese tocado a mí", detalló. Los 35.000 euros son más de lo que cobran muchas familias en años en esta zona. "Hay gente que trabaja por salarios mínimos y esto les puede haber solucionado la vida", afirmó el lotero, cuyo número favorito es el 37. "Siempre que tengo ese número me guardo un décimo", desveló. Aunque en esta ocasión no había un 37 en el número premiado, del Pino explica que no hay que obsesionarse con la suerte. "No hay que buscarla, ella te encuentra a ti", comentó.

El lotero desvela que los canarios somos afortunados en la lotería. "Toca mucho en las Islas, sobre todo en Gran Canaria", afirma, "nos gusta jugarla, y hay gente que me pide número muy raros aunque sea difícil que toquen", añadió. Del Pino, que ayer trabajó con una sonrisa mayor a la habitual, sueña con dar un premio en el extraordinario del 15 de agosto. "El día que de un premio que pueda jubilar a una familia moriré tranquilo", sostuvo. Por el momento, el vendedor acababa de repartir 350.000 euros en Arinaga, que no está nada mal.