Los operarios de la empresa contratada por el Ayuntamiento de Agüimes para la rehabilitación del edificio afectado por la explosión del pasado julio comenzaron a apuntalar los techos durante la mañana de ayer. Los técnicos descartaron daños estructurales tanto en el bloque afectado como en los colindantes, donde los vecinos ya han vuelto a residir. "Mis hijos no se atreven a venir a dormir", explicó Francisca García, octogenaria que reside en el segundo piso del edificio contiguo.

Las labores de rehabilitación podrían durar más de una semana. El Ayuntamiento realojó a los vecinos afectados, que hasta el momento estaban hospedados en el hotel Los Camellos, en una casa rural. "Estamos compartiendo cocina y baño con varias personas", detalló Alberto Brito Rodríguez, ya mucho más aliviado al saber que su vivienda estará en condiciones cuando regrese.

Francisco Santana, residente en el tercero, justo enfrente de Elena C.M., también está alojado temporalmente en la casa rural. "El Ayuntamiento nos facilitó un cuarto a cada uno" asegura Santana, "pero compartimos las zonas comunes con los demás", añadió.

Se desconoce qué pasará con la vivienda del tercer piso que Elena C.M. voló por los aires. Al ser propiedad del Gobierno de Canarias, el Ayuntamiento no quiere invertir en rehacer el hogar. Por el momento, los operarios se limitarán a retirar los escombros y a asegurar las zonas comunes para que el resto de vecinos puedan regresar. "Nos haremos una terraza", declaró entre risas Brito, síntoma de su mejora de ánimo. Santana también bromeó con la posibilidad de la terraza. "Ojalá podamos acceder a esa zona despejada", especuló.

Ambos vecinos ya han quedado para "echar unas cervezas" cuando regresen a sus viviendas. "Nos hemos quitado un peso de encima muy grande", explica Brito, en referencia a los enfrentamientos constantes a los que los vecinos se tenían que enfrentar con Elena C.M. "Se veía venir", aseguró Santana, pero matizó que no pensaba que fuera a intentar explotar el edificio. "Alguna vez nos amenazó con algo así, pero quién se imagina que lo llevase a cabo", señaló Brito.

Durante la mañana de hoy, los operarios seguirán apuntalando los techos y comenzarán a retirar escombros. Las labores pueden durar una semana o incluso más. Por suerte las estructuras, así como las redes de abastecimiento, no sufrieron daños.