La pequeña capilla privada de la comunidad de los salesianos en la capital grancanaria fue escenario ayer tarde de un acto religioso en memoria de Eusebia Armas Almeida, al cumplirse el 57 aniversario de su fallecimiento. La dama guiense ha pasado a la historia local como una gran benefactora que promovió y financió con sus recursos la construcción de un colegio en Guía de Gran Canaria, gestionado por la congregación de Don Bosco. Sus restos, junto a los de su esposo, un general de la Guardia Civil muerto en la guerra civil del 36, y los de su madre y una hermana, descansan en la cripta que ella misma mandó edificar debajo de la iglesia de María Auxiliadora, y junto al centro guiense regido entonces por los salesianos, hasta su abandono del lugar en el año 1971.

Guillermo Navarro González, sacerdote de la misma comunidad salesiana que recibió en 1955 directamente de Eusebia Armas las llaves para la apertura del co-legio guiense María Auxiliado- ra, ofició ayer una oración por el alma de la fundadora, después de exponer una semblanza de la misma.

Resaltó entre sus virtudes la sensibilidad y la bondad especialmente con los desfavorecidos, a los que destinó una parte importante de su patrimonio y fortuna.

El acto contó con la asistencia de representantes de colectivos como la Plataforma Ciudadana del Norte con su portavoz, Inmaculada González, que lucha por transformar el antiguo colegio en un centro sociosanitario, y de las Asociaciones de Antiguos Alumnos Salesianos de la capital, Teror y el municipio guiense.

Un retrato de Eusebia Armas lució en un lateral del altar de la capilla durante el oficio litúrgico protagonizado por Guillermo Navarro en su silla de ruedas, a sus 90 años de edad, rodeado de los asistentes junto al cuadro de la fundadora, cedido para la ocasión por el Ayuntamiento de la ciudad norteña.