El incendio que mató a una mujer y arrasó 2.700 hectáreas la semana pasada en la cumbre de Gran Canaria se propagó en sus inicios como el que costó la vida a 20 personas en 1984 en La Gomera, de una manera "eruptiva" que "rozó casi la deflagración", formando un "tsunami de fuego".

El jefe de los equipos Presa del Cabildo de Gran Canaria, la élite de las brigadas forestales de la isla, Federico Grillo, ha explicado hoy cómo se extendió el fuego desde la zona donde se originó, a poca distancia del Parador Nacional de Turismo de la Cruz de Tejeda, y cómo se combatió en unos momentos en los que su frente estaba fuera de control y obligó a la evacuación de 800 personas.

Este ingeniero técnico forestal, especializado en el análisis de este tipo fuegos, ha destacado que "nunca se había visto en la isla" una evolución semejante de un incendio, al que se logró atajar para que no se extendiera por los montes de Valleseco ni hacia el sur por la cuenca de Tirajana, lo que hubiera creado "un problema muy grave".

Grillo ha subrayado además el peligro que suponían las pavesas despedidas por las llamas a su paso por los pinares, que pueden llegar a prender nuevos focos a distancias de hasta 15 kilómetros, como ocurrió el pasado año en La Palma o en 2007 en Tenerife.